La ciudad amaneció con 24 grados y una nueva advertencia nivel rojo del Servicio Meteorológico Nacional porque la temperatura va a rondar los 33ºC. Además, el reporte climático anticipa que la semana que viene llegarían las tan esperadas precipitaciones
El calor no quiere largar lo que queda del verano. Con el otoño a la vuelta de la esquina, la ciudad continúa con temperaturas más propias de enero que de marzo. Pero esto parece empezar a encontrar un fin a partir de la semana próxima. Si es que finalmente se cumple el anuncio y llueve en la región.
En la mañana del sábado, Rosario registraba casi 24 grados de temperatura con humedad rondando el 94% y el viento soplando desde el este. En el reporte del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), además señalaban que en algunas zonas persistía la niebla y eso hacía que la visibilidad se ubique en los 8 kilómetros.
Pensando en lo que va a pasar el resto del día, el SMN sostiene que el calor irá creciendo y el termómetro va a llegar al menos a los 33 grados. Si bien no es uno de los días más calurosos de las últimas semanas, la seguidilla de días calientes hace que la ciudad sea un horno.
Además el parte oficial advierte que la región se ubica en alerta de nivel rojo por el calor extremo. Esto quiere decir que la temperatura puede generar complicaciones en cualquier persona que esté al aire libre sin protección, hidratación o algún tipo de cuidado.
Lo que todos están esperando, las lluvias, podrían concretarse a partir de la semana que viene. El SMN asevera que entre lunes y martes hay muy pocas chances de que el frente de tormenta vuelva a serle esquivo a Rosario. A partir de allí empezará una seguidilla de días inestables.