El defensor uruguayo del Blaugrana habló con Infobae en la previa del Clásico con el Real Madrid. Su decepción en el Mundial, el deseo de ganar La Liga y la Copa del Rey y las claves del éxito en el conjunto de Xavi
Con el termo debajo del brazo y el mate listo, Ronald Araújo se acercó a una de las salas del Camp Nou para hablar con Infobae a través de una videollamada. El uruguayo se muestra sonriente y se atreve a bromear con la diferencia horaria entre España y Argentina. “¿Es muy temprano allá, no? Imagino que cuando terminemos te vas a volver a dormir”, disparó entre risas.
El defensor se brinda al máximo como lo hace en las canchas. Antes de comenzar el último entrenamiento que lidera Xavi en la previa del Clásico frente al Real Madrid, la figura del Blaugrana se tomó el tiempo para destacar el notable presente del Culé en La Liga y la Copa del Rey, pero también lamentó lo sucedido en las competiciones internacionales. El deseo de volver a tener a Lionel Messi como compañero en la entidad catalana, el sueño de ganar títulos con el club y su selección, la decepción del Mundial y su pasión por los caballos fueron algunos de los temas que trató en una nutrida conversación que tuvo como hilo conductor la pelota.
—¿Te imaginabas este presente cuando eras ese chiquito de 13 años que debutó en Primera en Huracán de Rivera?
—(Suspira) Empecé desde muy temprano. A los 5 años me llevó mi madre a Huracán de Rivera y desde ahí no paré más. Me encanta el fútbol desde chiquito, pero en ese momento también me gustaban mucho los caballos. Estaba entre la pelota y los caballos, pero cuando me empecé a meter con el fútbol me di cuenta que era lo que más me gustaba. Estuve en el club hasta los 16 años, cuando me fui para la capital, y en el barrio con los amigos también siempre había fútbol. Cuando tenía 13 años y recién estaba empezando en cancha de once, me llamó el entrenador y me dijo que iba a estar en el banco de suplentes de la Primera. Con mi viejo nos sorprendimos mucho, porque la gente de los pueblos juega fuerte. No importa si hay chiquitos o grandes. Cuando entré, sentí una posibilidad muy linda y no paré más.
—¿Qué recuerdos tenés de ese primer partido?
—Siempre jugaba con los más grandes. En ese momento jugaba adelante y mi padre me tuvo que comprar esas vendas de tela para cuidar los tobillos. No me acuerdo si me habrán dado una buena patada, pero fue una etapa muy linda. Jugar con gente más grande me hizo ganar experiencia y me sirvió muchísimo.
—¿Y esa pasión por los caballos? ¿Nos perdimos a un polista?
—No, para nada (risas). Me gustan tanto que ahora en casa tengo varios caballos, pero simplemente los tengo para cuidarlos. Son compañía para pasear con ellos.
—Están a horas de jugar el Clásico con el Real Madrid, ¿cómo se viven los momentos previos a un duelo tan importante?
—Hay que tomarlo con tranquilidad. Sabemos la importancia de jugar un clásico contra nuestro mayor rival. Sobre todo este fin de semana, porque será clave poder dar otro paso grande en La Liga. Igualmente, se trabaja con normalidad porque confiamos mucho en la preparación y el equipo que tenemos. Recuperamos gente que estaba lesionada y va a estar para este partido. Uno está contento de jugar estos clásicos, con la ilusión de ganar para poder estirar la distancia en La Liga, que es nuestro máximo objetivo.
—¿Qué porcentaje de La Liga tendrían ganada si se quedan con los tres puntos?
—No lo sé. Esto es fútbol y mientras haya posibilidades matemáticas ellos le van a seguir metiendo. Si ganamos, vamos a tener una diferencia amplia y buena para estar más tranquilos, pero al final tenemos que seguir ganando porque todavía falta mucho. Sería un paso importante por lo que significa el Clásico y alcanzaríamos una distancia de 12 puntos.
—¿Influye que el Real Madrid tenga la cabeza puesta en la Champions League?
—Creo que no. Es un partido de Liga y cada Clásico es único, en el que no importa cómo llega cada uno. Es una historia distinta en la que los dos equipos van a querer ganar.
—Uno de los pilares de este Barcelona es el muro defensivo que formó Xavi, ¿puede que sea una de las claves de la regularidad que lograron en el torneo?
—Sí, defensivamente estamos muy bien. Se está viendo el fruto del trabajo que venimos realizando desde la llegada de Xavi. Era algo que teníamos que mejorar de la temporada pasada, en donde nos convirtieron muchos goles. Hicimos una buena pretemporada, aprendimos qué era lo que pretendía el técnico y trajimos jugadores que nos sumaron mucho, como Koundé o Christensen. Nos complementamos muy bien entre los que jugamos habitualmente y los que les toca entrar. Hicimos un lindo grupo, con mucho sacrificio, y pudimos sacar adelante varios partidos por el trabajo defensivo que tenemos. La idea es mantener esta racha, con una solidez en la que no nos puedan convertir tantos goles.
—¿Tuvieron mala suerte en la Champions League? Dos de los equipos que enfrentaron en la fase de grupos están en los cuartos de final, que son el Bayern Múnich y el Inter.
—El Barça no tiene que mirar los rivales que le tocan. El Barcelona es el mejor club del mundo y los rivales tienen que preocuparse por nosotros. La verdad es que nosotros tenemos que demostrar nuestra grandeza. Fue una pena y una decepción no pasar la fase de grupos, porque con el equipo que tenemos debemos pasar esa instancia. Creo que también tuvimos un poco de mala suerte con las lesiones, porque defensivamente estábamos muy tocados para esos partidos claves. Ahora sabemos que tenemos que preparar en la próxima temporada una gran Champions.
—¿El partido bisagra fue el 3 a 3 con el Inter en el Camp Nou?
—Sí, y el de Milán, donde hubo muchas acciones que no quedaron muy claras. No quiero ser específico, pero se vio lo que pasó ahí. De todos modos, tendríamos que haber ganado en casa, porque ahí nos jugamos la clasificación. No se dio, toca levantarse, seguir trabajando y pensar en el año que viene.
—Y después llegó la Europa League y les tocó enfrentar al Manchester United…
—Sí, es un torneo con grandes equipos. Llegamos los dos en un buen momento y se dio una linda serie. Los dos competimos por la clasificación, pero no se nos dio. Tuvimos que pasar de página rápido, porque ahora tenemos un gran objetivo, que es ganar La Liga y la Copa del Rey.
—¿Molestó lo que dijo Garnacho en las redes sociales después de eliminarlos en la Europa League?
—Sí, cada uno es como es, pero no cabía en ese momento poner algo así. Yo respeto a todo el mundo y siento que la humildad está por delante de todo. Cada uno se expresa como quiere, pero yo prefiero tener un perfil más bajo y demostrar después lo que hago en la cancha. Esto es fútbol, él es muy largo y todavía queda mucho camino por recorrer. Hay que ir con tranquilidad y con humildad.
—Y cuando se vuelvan a cruzar en una cancha, en la primera que puedas le vas a recordar lo que dijo…
—(Risas) No, son cosas del fútbol que las pienso de otra manera.
—El PSG también sufrió una dura eliminación en la Champions y el futuro de Lionel Messi todavía es incierto ¿Te gustaría que vuelva al Barcelona?
—Me encantaría que pudiera volver. Es el mejor jugador del mundo y ésta es su casa. Su regreso nos ayudaría muchísimo para intentar ganar otra Champions. Ojalá que se den todas las posibilidades para tenerlo de nuevo. Todos lo queremos a nuestro lado.
—¿Qué recuerdos tenés de la etapa de Messi en el Barcelona?
—Tenemos una amistad muy linda. Cuando llegué al primer equipo, el estaba siempre con Lucho (Luis Suárez) y me invitaban a tomar mates con ellos. Me recibieron muy bien. Y cuando Lucho se fue al Atlético de Madrid, yo ocupé su lugar y me sentaba siempre al lado de Leo. Es una persona espectacular. Todo el mundo sabe qué clase de futbolista es, pero como persona también es increíble. Es un ganador, y lo demuestra dentro y fuera de la cancha. La historia demuestra constantemente todo lo que ganó. Estaríamos encantados de que vuelva a jugar con nosotros.
—Y como uruguayo, tengo que preguntarte por sus mates… Rodrigo De Paul lo expuso al asegurar que hace unos lavaditos…
—A mí me gustaban, porque yo los hacía peor (risas).
—Hace unos días Robert Lewandowski dijo que aquel Barcelona de Guardiola no podría jugar en el fútbol actual, ¿qué pensás sobre esa sentencia?
—El fútbol avanzó y cambió mucho. Hoy es muy rápido, muy físico y muy dinámico. La preparación es distinta. Pero creo que el Barça tiene que tener su filosofía, porque es única en el mundo. La manera de jugar y de sentir el fútbol es muy distinta incluso con otros equipos de Europa. Creo que debe seguir con su filosofía implementando los aspectos físicos actuales. El Barcelona nunca debe olvidar su filosofía, porque gracias a ella hoy es lo que es.
—¿Cómo viviste el Mundial de Qatar? Muchos creemos que si hubieras estado en plenitud física, el destino de Uruguay hubiese sido otro…
—Fue muy duro. No la pasé bien y no lo disfruté. Cuando me pasó lo de la lesión pensé que iba a ser algo tranquilo, pero cuando dijeron que tenía que operarme me preocupé mucho. Eso implicaba que me podía perder el Mundial y trabajé muchísimo para poder llegar y estar. Creo que terminé yendo a Qatar porque la lista era de 26 jugadores. Si eran 23 como antes, probablemente no hubiera ido, porque la apuesta era para estar en el último partido de la fase de grupos o en los octavos de final. Hice el proceso final de la recuperación allá y sentí mucho dolor cuando nos quedamos afuera. No la pasé bien, porque tampoco pude jugar. Habíamos hablado con el técnico y la idea era estar para el partido con Brasil, pero cuando quedamos afuera fue un golpe muy duro.
—Le ganaron a Ghana, Corea del Sur superó a Portugal y quedaron eliminados por diferencia de gol, ¿cómo fue ese vestuario?
—El vestuario de la Selección es espectacular. Hay gente de mucha experiencia que ya vivió varios momentos así. Ellos saben muy bien cómo manejarlo. Cuando se terminó el Mundial, cada uno se fue para su casa y no tuvimos tiempo de hablar de lo que pasó. Más allá de eso, tenemos un grupo espectacular.
—Cuando llegaste a tu casa, ¿te mantuviste conectado con el resto de los partidos que se desarrollaban en Qatar o no querías saber nada?
—Seguí mirando los partidos, porque me gusta mucho el fútbol. Fue un torneo muy lindo, donde se vieron partidos increíbles.
—¿Simpatizabas por algún equipo?
—No, la verdad es que no tenía ningún sentimiento en concreto por ninguno. Como sudamericano me inclinaba más por algún seleccionado de la región, y cuando se le dio a la Argentina me puse contento por Leo (Messi). Se lo merecía, porque trabajó muchísimo para lograrlo.
—¿Qué pensás del nuevo formato que tendrá el próximo Mundial con 48 equipos?
—No le presté mucha atención. Todavía no lo pensé. Imagino que será diferente y le dará más posibilidades a otros equipos. Ganarlo sería algo increíble, pero no le di muchas vueltas a eso, porque falta mucho. Seguramente será un lindo espectáculo.
—Cuando estabas en Rentistas o Boston River, ¿te imaginabas este presente?
—No. Uno siempre soñaba con poder estar en la Selección y jugar en varios clubes, pero no me imaginaba que se me iba a dar todo esto. Pasó todo volando. Hoy estoy muy contento por representar a mi país y ser importante en el Barcelona.
—¿Qué le dirías a aquel chiquito de 13 años que debutó en Huracán de Rivera?
—Que siempre siga sus sueños. Que sea trabajador. Es algo que siempre me inculcaron, porque desde chico fui soñador y entendí que para perseguir esos sueños hay que trabajar duro.
—¿Y en la actualidad cuál es tu sueño?
—El objetivo de todos es ganar una Champions. Y si me permitís, el Mundial sería el broche de oro. Esos son los sueños de todos futbolistas. Tengo como objetivo seguir ganando muchos títulos en el Barcelona para devolverle la alegría a la gente.
—También vas camino a ser el capitán del Barça, hoy sos uno de los referentes del plantel.
—Si se me da la posibilidad en algún momento estaré muy feliz. Todo lo que hago, es porque me sale de forma natural. Sería un orgullo llevar la cinta.