Después del 6,6% que marcó el IPC de febrero, el tercer mes del año tendrá un índice aún mayor. Sergio Massa había asegurado que buscaría tener en abril un dato “con el tres adelante”.
El dato del 6,6% de inflación de febrero que difundió el INDEC generó una muy mala noticia para el cumplimiento de los objetivos del Gobierno, pero además de las cifras del segundo mes del año, los analistas esperan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) sea aún mayor en marzo y se ubique en el 7%.
En febrero, la comparación del mismo mes con el año anterior marcó un 102,5%, la cifra interanual más alta desde 1991. De esta manera, el Índice de Precios (IPC) que releva el organismo estadístico acumuló en el primer bimestre del año una variación de 13,1%.
En este sentido, la división de mayor aumento en el mes fue “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, que reportó una suba del 9,8%, principalmente por la incidencia que tuvo el alza de “Carnes y derivados” y de “Leche, productos lácteos y huevos”.
Las cifras no solo golpean a los bolsillos de los argentinos, sino que además dificultan los planes del Gobierno. El ministro de Economía, Sergio Massa, había asegurado que buscaría tener en abril un dato “con el tres adelante” y que -tal como se estableció en el Presupuesto- la inflación cerraría el año en un 60%. En el Palacio de Hacienda no reconocen abiertamente que no cumplirán esas metas, pero comienzan a diluir el peso de esas proyecciones.
Qué pasará con la inflación de marzo
Esta dinámica inflacionaria lejos está de detenerse, de acuerdo a las estimaciones de los privados. Según la consultora LCG, para la primera semana de marzo, los alimentospromediaron una suba del 6,4% y a ese rubro hay que sumar los aumentos en productos regulados, como combustibles, prepagas, transporte y educación.
“Si bien la aplicación de acuerdos de precios puede moderar los aumentos en góndolas, entendemos que la dinámica inflacionaria aún no se termina de relajar. En efecto, la inflación mayorista continúa en un ritmo levemente superior al 6% mensual (101% anualizado). Una inercia alta, en conjunto con un calendario electoral plagado de desafíos (como la administración de la brecha cambiaria en un contexto de sequía), podrá amenazar con reavivar las expectativas y remarcaciones de precios”, analizó LCG.
En este sentido, Matías de Luca, economista de esa consultora, agregó que marzo suele ser un mes donde la demanda de dinero comienza a caer y eso impulsa la inflación al alza. “Cuando hay mucha inflación la gente se quiere sacar la plata de encima porque saben que se deprecia, entonces en vez de tenerla, aprovecha y va al supermercado, compra ropa antes de que aumente. Es decir, aumenta la velocidad de circulación del dinero”, indicó a TN.
Además de esto, en Ecolatina, donde también prevén una inflación del 7% mensual, agregan otro factor que presionará sobre los precios en el tercer mes del año. “Sumado a una inercia inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo sin recurrir a un plan de estabilización y un crawling peg cercano al 6% mensual, en marzo se conjugará el impacto de distintos aumentos puntuales”, como colegios, prepagas, tarifas y combustibles, puntualizó Santiago Manoukian.
Por cuestiones estacionales, en marzo suele haber una presión de los precios impulsada por el sector “Educación”, ya que comienzan las clases, y del rubro indumentaria. “Vemos una inflacion rozando el 7% para marzo. Uno de los principales rubros es ‘Educación’ por el inicio del ciclo lectivo, pero en particular este año hay un arrastre de alimentos y bebidas, como carne, pollo, lácteos, huevos”, sostuvo Lorenzo Sigaut, de Equilibra.