Durante la tarde del lunes, desde el salón de la Ciencia Argentina de la Casa Rosada, el ministro de Ciencia, Daniel Filmus, acompañado del presidente de la Nación, Alberto Fernández, comunicaron –como parte del Programa Equipar Ciencia– la adjudicación de 207 equipos de mediano y gran porte, que equivalen a 8.300 millones de pesos. Y lo hicieron, a diferencia de ocasiones precedentes, con criterio federal: 69 instituciones científicas que pertenecen a las 24 jurisdicciones fortalecerán sus capacidades, con el propósito de producir más y mejores conocimientos.
“La ciencia y la tecnología no sobran en un país que necesita desarrollarse y crecer. Cuando Cristina fue presidenta, una de las primeras ideas que le propuse fue crear un ministerio de CyT, porque ahí está el futuro de la sociedad. La riqueza de las naciones no está en el petróleo, ni en el gas, ni en el maíz ni en la soja, sino que está en la ciencia y tecnología, en el despliegue de la inteligencia humana. Los Estados que tienen esto en claro constituyen las sociedades más ricas”, señaló el Presidente. Y completó: “Nosotros creemos que la apuesta por la ciencia y la tecnología es la mejor de las inversiones, porque nos acerca el futuro. Cien millones de dólares invertidos en equipamiento y en tiempos muy difíciles”.
“En la ocasión anterior (junio, 2022) se había entregado aproximadamente el equivalente a 60 millones de dólares y ahora son unos 40 millones de dólares más que el Estado invierte. En efecto, es un poco más de 100 millones de dólares en total”, dijo Filmus. Luego valoró: “Esta noticia es muy importante, sobre todo, si se tiene en cuenta el congelamiento en la entrega de equipamiento de todo tipo durante el período 2015-2019. Hoy adjudicamos equipos de muchísima envergadura, a partir de una iniciativa que no tiene antecedentes en el país; tanto por el nivel de inversión, como por el sentido federal de la propuesta”.
Entre los equipos se destacan los de rayos X y altas presiones, secuenciadores, invernaderos de última generación, espectrómetros de masas, microscopios, escaners y citómetros de flujo. Además de Buenos Aires (25 en AMBA y 36 en interior), CABA (17), Córdoba (12) y Santa Fe (7), provincias como Tierra del Fuego, Río Negro, Tucumán y Chubut recibieron 36, 8 y 6 equipos respectivamente. Si se tienen en cuenta la presente adjudicación y la realizada en junio de 2022, la impronta federal se traduce en cifras: AMBA recibió 83, Buenos Aires (municipios del interior) 45, la Patagonia 85, el NOA 54, el NEA 35, Cuyo 25 y el Centro 47.
En concreto, fueron beneficiados 12 organismos del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (CICyT), 49 universidades nacionales y 8 instituciones científicas y tecnológicas provinciales. El Programa entrega equipamientos que requieren de inversiones inéditas, solo posibles gracias a la Ley de Financiamiento del sector, que fue sancionada en 2021 y prevé un incremento plurianual de la inversión estatal en el área. De esta manera, según la normativa, para 2032 la inversión deberá ser del orden del 1 por ciento del PBI. Durante los cuatro años del Gobierno de Macri, la porción del PBI en el área cayó de 0.37 a 0.22. En el presente, gracias a la ley, esa cifra vuelve a elevarse del 0.26 al 0.31.
Todos los cañones apuntan al federalismo
“Si bien las universidades y el Conicet han sido los principales favorecidos, hay otros que recibieron su parte. Me refiero a algunos actores como la Comisión Nacional de Energía Atómica, el INTA, el INTI, el Instituto Antártico y el Instituto Nacional del Agua, entre otros centros de investigación que antes no tenían financiamiento para su equipamiento”, expresó Filmus. Como detalló el titular de la cartera, también hubo otras instituciones beneficiadas; además de los mencionados, destacan por caso el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba y el Instituto Regional de Planificación Control y Servicios Ambientales.
“Al programa Construir Ciencia que avanza sobre la infraestructura, ahora le sumamos los equipos y también articulamos con un tercer programa denominado Raíces Federal. De la misma manera que hemos repatriado científicos que estaban en el extranjero, ahora queremos que vuelvan aquellos investigadores e investigadoras que se fueron de sus lugares de origen. Queremos darle oportunidades a los jóvenes para que desarrollen sus carreras en la misma provincia en la que nacieron, que tengan posibilidades”, apuntó Filmus.
De hecho, el objetivo de dinamizar las economías regionales solo es posible si se apuesta al robustecimiento de la ciencia y la tecnología en todos los rincones del país. El anhelo que persigue el gobierno de descentralizar el poder históricamente concentrado en la Ciudad de Buenos Aires y en los grandes centros urbanos puede cumplirse si previamente mejoran las capacidades de innovación en las diferentes latitudes. Como parte de ese engranaje, evitar que los cerebros tengan la necesidad de desplazarse a Buenos Aires para formarse y consolidar su trayectoria también constituye un paso deseable.
“Solo es posible desarrollar la ciencia y la tecnología si existe un proyecto de país que funcione como marco y que tenga como norte la soberanía, que tenga como norte la capacidad de agregar valor a partir de la innovación y el avance tecnológico para satisfacer las necesidades de su gente”, enfatizó Filmus y subrayó la necesidad de un modelo de país subyacente: una nación que apuesta por las capacidades de sus científicos es una nación que cree que trazar un camino hacia la autonomía vale la pena.
Entre los presentes, también estuvieron las ministras de Salud Carla Vizzotti y de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz, así como Juan Pablo Paz, secretario de Articulación Científico Tecnológica.