El forense que realizó la autopsia al cuerpo de Fernando Báez Sosa, cuatro médicos, dos policías y funcionarios municipales y judiciales son los testigos que declararán hoy en la sexta jornada del juicio al que son sometidos en la ciudad bonaerense de Dolores los ocho rugbiers acusados de matar a golpes al joven estudiante de abogacía en la puerta de un boliche de Villa Gesell en enero de 2020.
Son 10 los testigos citados a declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores durante la primera jornada correspondiente a la segunda semana del juicio por el crimen de Báez Sosa (18).
Si bien en primer momento estaba programado que durante esta semana declaren más de 50 testigos, muchos de ellos no fueron notificados finalmente por las partes, por lo que se prevé que el número sea menor al pautado inicialmente.
El primero de los testigos será el médico forense Diego Duarte, quien le practicó la operación de autopsia al cuerpo del joven asesinado.
En su declaración durante la etapa de instrucción de la causa, Duarte aseguró que el cuerpo de la víctima “presentaba hemorragia masiva intracraneana, hematomas y excoriación en cara lateral izquierda de cuello y mandíbula”, además de “la impronta de una marca de zapatilla”.
También declarará Silvana De Piero, la médica patóloga forense que realizó las pericias histopatológicas a la víctima. En tanto, luego será el turno de la médica ambulancista Carolina Silvana Garibaldi Larrosa, y de su colega Patricia Liliana Gómez.
Otro citado a dar su testimonio ante los jueces mañana es el médico Alejandro Javier Verlatsky, quien le extrajo muestras de sangre a los inicialmente 10 acusados en la causa por el crimen, dos de los cuales fueron luego sobreseídos.
En tanto, otros cuatro policías sumarán sus testimonios a los colegas que ya declararon la primera semana del debate. En esta oportunidad serán un efectivo y un funcionario de la municipalidad de Villa Gesell que obtuvieron las cámaras de seguridad de la zona del boliche “Le Brique”, del que fueron sacados Fernando junto con sus amigos por un lado y, por otro, los imputados.
Además, declarará el policía bonaerense Ramón Rueda, quien identificó a un testigo que vio al rugbier Máximo Thomsen realizar una señas agresiva cuando aún estaba adentro del boliche “Le Brique”, instantes antes del ataque a Fernando en la vía pública.
La jornada finalizará con los testimonios de tres funcionarios judiciales que estuvieron presentes en el lugar del hecho en las primeras horas de haber sucedido. Para el día siguiente están citados peritos y miembros de Policía Científica, y el miércoles 11 declararán forenses y efectivos de Policía Federal que realizaron distintas pericias solicitadas por la fiscalía, entre otros.
El jueves 12 declararán, en tanto, efectivos de la SubDDI de Villa Gesell, un amigo del remero Pablo Ventura, inicialmente incriminado en el hecho; peritos que realizaron hisopados a los acusados y funcionarios judiciales.
Y la segunda semana de testimonios se cerrará con la declaración de testigos del presunto enfrentamiento ocurrido dentro del boliche antes de que ambos grupos fueran expulsados, y docentes y allegados de Báez Sosa.
Durante la primera semana del juicio, en la cual declararon 47 testigos, los imputados Máximo Thomsen, Luciano y Ciro Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli fueron identificados como agresores directos de la víctima, mientras que otros dos de los rugbiers, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz, fueron ubicados entre quienes arengaban o golpeaban a amigos suyos que intentaban defenderlo.
El único acusado que no fue mencionado con una participación activa en el hecho en ninguna de las cinco audiencias fue Blas Cinalli, aunque una joven que declaró citó mal su nombre y un efectivo policial dijo que estaba presente en el lugar, de acuerdo a uno de los videos que registraron la escena del ataque y que fueron exhibidos durante el debate.
En al menos seis de las declaraciones, Thomsen fue mencionado como agresor directo de Báez Sosa: un joven que veraneaba en Gesell dijo que lo vio mientras le pegaba “patadas en la cabeza, como puntinazos”; cuatro amigos de Fernando y un comerciante señalaron que lo golpeó “en el pecho” cuando ya estaba en el piso, que le dio “tres patadas en la mandíbula” y que los golpes tenían “intención de matar”.
Uno de los amigos de Fernando ubicó en tanto a Luciano Pertossi como un segundo atacante de la víctima y dijo que lo vio darle “piñas en la cara”.
Este acusado fue identificado además por cinco testigos como parte del grupo, y algunos de ellos precisaron que atacó a quienes trataban de acercarse.
Además de la imputación por el “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, los rugbiers están siendo juzgados por las lesiones sufridas por los amigos de la víctima.