Agustina Díaz estuvo detenida durante dos meses en la Unidad 31 de mujeres de la cárcel de Ezeiza, sindicada como “partícipe secundaria” del intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La joven de 21 años había sido detenida a mediados de septiembre cuando surgió una serie de conversaciones que mantuvo con Brenda Uliarte, la pareja de Sabag Montiel, autor material del hecho, quien permanece detenida. Sin embargo, días atrás, la Cámara Federal dictó la falta de mérito y ordenó su liberación.
Este domingo, en PPT (Periodismo Para Todos), el programa que Jorge Lanata conduce en Canal 13, la joven habló por primera vez en los medios. Sin mostrar su rostro, definió a Brenda Uliarte como una “fantasiosa y delirante” y dijo que debe pagar las “consecuencias” de sus actos.
“Brenda fue parte de mi vida durante varios años. Era posesiva conmigo. Durante este último tiempo, ella comenzó a ir a marchas, tirar estados criticando al Gobierno. Era raro, porque ella, cuando se trataba de política, no hablaba mucho. Detestaba al peronismo y nada más”, relató Díaz sobre su relación con Uliarte.
Díaz contó que Brenda le había manifestado su intención que llevar adelante el atentado, pero afirmó que no le dio mayor importancia porque Brenda era “muy delirante”. “Como yo sabía que era una persona bastante fantasiosa, muy delirante, yo no le prestaba atención. Nunca creí que eso podía llegar a ser real. Intentaba que bajara un poco los humos de esa fantasía, yo quería traerla un poco a la realidad. Eran delirios suyos”, remarcó. La joven de 21 años aceptó hablar vía telefónica, sin mostrar su rostro, pues teme por su seguridad. “Está el miedo constante de que me pueda pasar algo porque uno nunca conoce los límites de los demás”, planteó.
Consultada por su conversación con Uliarte, determinante para que en septiembre pidieran su detención, dijo: “Era una charla amistosa. Con otras amigas no hablo de eso. Siempre supe que yo no había hecho nada. Nunca creí que iba a llegar al punto de que me arrestarían y me encerrarían por casi dos meses”.
En chats que habían intercambiado por WhatsApp, Díaz le había escrito: “Quién no va a querer meterle un tiro a esa vieja chorra”.
Díaz dijo que está muy enojada con Uliarte. “De un día para otro mi vida estuvo completamente expuesta para todo el mundo”, graficó. Y agregó: “Yo lo único que hacía era estudiar, ir al gimnasio, cuidar de mis ocho gatos. No puedo estar pagando por acciones ajenas, yo estuve pagando por acciones que no cometí, que yo nunca hice”.
“Justicia y verdad es lo único que yo espero. Y cada uno tiene que pagar por sus acciones. Ella ya es grande, no es una nena. Sabe las cosas que son malas. Y si aún así va y las hace, que se aguante las consecuencias”, completó.