En el cierre de la sexta fecha de la Liga Profesional, Platense le dio otro golpe a Independiente, que perdió por 3 a 1 en Avellaneda en medio de un clima caliente en el que hubo insultos para los dirigentes, los jugadores y Eduardo Domínguez. Todo, a una semana del clásico frente a Racing.
El Rojo había empezado mejor y pegó primero a los 21 minutos de juego, cuando se puso en ventaja con un gol de Lucas Rodríguez. Sin embargo, sobre el final del primer tiempo (44′), tras una serie de errores defensivos del local, el Calamar llegó al empate por medio de Alexis Sabella.
En el complemento, Independiente no pudo reaccionar tras el empate y Platense lo supo aprovechar para construir la victoria que lo mantiene invicto en el torneo. A los 26 minutos, Horacio Tijanovich amplió la ventaja para los de Vicente López, mientra que a los 44′, el recien ingresado Vicente Taborda -proveniente de Boca- sentenció el 3 a 1.
Clima caliente en Avellaneda
Una vez más, los hinchas del Rojo estallaron contra el presidente Hugo Moyano en medio de una difícil situación institucional y reclamos de una fecha para las elecciones. “Oh, que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”, fue uno de los gritos que se escucharon en el Libertadores de América.
Además, por primera vez desde que llegó al club, también recibió insultos Eduardo Domínguez, como algunos de los jugadores.
Qué dijo Domínguez
Tras la derrota, el entrenador habló en conferencia de prensa y fue contundente pensando en el próximo domingo, cuando Independiente visite a Racing. “El clásico nos puede marcar fuerte y ojalá que sea así desde lo positivo, para avanzar hacia el futuro”, aseguró.
“Lo de anoche fue un golpe fuerte por las formas que mostramos. A nadie le gusta perder obviamente, pero los errores que se cometen te afectan, como el que influyó en el empate de ellos sobre la hora del primer tiempo y que repercutió en el segundo”, explicó.
En ese sentido, Domínguez se refirió a la necesidad de mantener un equilibrio dentro y fuera de la cancha. “Es necesario para esta semana previa al clásico, porque nos tenemos que levantar. Y para eso necesitamos ímpetu mental”.
“Esto no me va a hacer descreer de mi capacidad ni de quién soy, y eso lo hago extensivo a los jugadores. Aunque si bien las cosas viene mal desde hace tiempo en el club, tampoco puedo mirar para otro lado y decir que no tengo nada que ver. Debo aceptar las cosas que puedo hacer mal”, reconoció el técnico. Y sobre la reacción de los hinchas, consideró: “No creo que la desaprobación de la gente sea por algo puntual, sino por la bronca de la derrota y del momento”.