El hombre acusado del femicidio de Julieta Del Pino, ocurrido el 25 de julio de 2020 en la localidad de Berabevú, fue condenado a prisión perpetua. Así lo resolvieron los jueces de primera instancia Adrián Godoy, Lorena Garini y Benjamín Révori en el marco de un juicio abreviado desarrollada este jueves en los tribunales de Melincué.
A casi dos años del conmocionante suceso que enlutó a esa pequeña localidad del departamento Caseros y toda la región, finalmente se hizo Justicia y Cristian Romero deberá purgar una alta pena al ser encontrado penalmente responsable del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio”.
El fallo se conoció cerca del mediodía y satisfizo las expectativas de los familiares de la víctimas y de organizaciones feministas que desde el primer momento acompañaron la lucha para esclarecer el aberrante episodio.
“Tomé bien lo de la sentencia. Es algo por lo que venimos luchando desde hace casi dos años. Ahora el 25 de junio se van a cumplir los dos años del asesinato de Juli, así que lo vivo con muchas emociones a flor de piel. Estoy tranquila porque lo logramos”, dijo a La Capital Fabiana Morón, la mamá de Julieta al finalizar la audiencia de sentencia del juicio abreviado.
En ese contexto contó que “anoche recibí muchísimas adhesiones a través de las redes sociales y quiero agradecer como siempre el apoyo de la fiscal Susana Pepino. No tengo más que palabras de agradecimiento por cómo investigaron todo lo de Juli. Desde el día uno hicieron todo bien, la encontraron rápido y tuvimos todo a disposición. Hicieron pericias que ustedes ni imaginan, que creo que en otros casos ni se hacen y por todo eso solo tengo palabras de agradecimiento. Porque así se llegó a la prisión perpetua”.
La secuencia
Respecto a los detalles sobre la macabra secuencia que utilizó Romero para dar muerte y ocultar su accionar, la madre dijo que “aún hay puntos no esclarecidos. Nunca se encontró la bicicleta y se cree que la cortó con una amoladora y luego se deshizo de esas partes al igual que la ropa, la mochila y otras pertenencias de Julieta. Cuando la encontraron enterrada ella solo tenía la ropa interior”.
“Él ahora ratificó que la mató y no hizo ningún tipo de declaración. Se hicieron rastrillajes en el pueblo pero no se encontraron las pertenencias así que solo él sabe dónde las tiró. Cuando le preguntaron sobre la autoría el dijo que sí, que fue él, pero lo demás pasó a segundo plano, aunque ni me gustaría saber dónde arrojó esos elementos”.
El ahora sentenciado no habló tampoco sobre el móvil del crimen. “Solo Juli y él saben qué pasó esa noche”, dijo la madre y agregó que “sabemos que actuó con muchísima violencia. Cuando leían todas las lesiones que tenía Juli explicaron que la molió a trompadas y después la estranguló y la arrastró. Pero solo él y ella saben cuál fue el detonante de todo eso”, explicó Morón y describió que “el hizo uso de su derecho a no declarar y asumió su culpa y la condena, pero no declaró”.
El papá de Julieta, Adrián Del Pino, dijo que “ahora esperamos que esto sirva para aliviar el dolor y para que ella descanse en paz. Ella lo merece”.
En conferencia
Finalizados los trámites de la audiencia judicial la fiscal que dirigió la investigación que permitió llegar a la condena, repasó cómo se desarrollaron los hechos en conferencia de prensa. Junto a representantes de los organismos e instituciones que la acompañaron durante la investigación recordó que el femicidio de Del Pino fue cometido “alrededor de las 23:30 del 24 de julio de 2020. Romero transitaba en auto por inmediaciones de la esquina del pasaje Padre Galeano y la calle Simón de Iriondo e interceptó a la víctima mientras ella circulaba en bicicleta”.
Según sostuvo Pepino, “el condenado llevó a Del Pino a una vivienda ubicada en Güemes al 300, donde él residía” y remarcó que “allí agredió a la víctima en un claro contexto de violencia de género”. Explicitó, además, que “le propinó múltiples golpes de puño en el rostro y luego la tomó del cuello hasta que ocasionó su muerte por asfixia”.
La fiscal afirmó que, “tras constatar el fallecimiento de la víctima –con quien había tenido una relación de pareja–, Romero arrastró el cuerpo sin vida hasta el patio de la casa y lo arrojó en un pozo”, y agregó que “después le tiró cal y tierra y lo tapó con una loza de cemento y un tanque de agua”. En tal sentido, aseguró que “él era consciente de su conducta ilícita y procuró su impunidad”.
“Las primeras diligencias que ordenamos fueron inmediatamente después de que los padres de la víctima hicieron la denuncia de que no tenían noticias de Julieta”, recordó Pepino. “Según indicaron, el último contacto que tuvieron con ella fue entre las 23 y las 23.30 de ese viernes. Hicieron la denuncia alrededor de las 10 del sábado 25 y rápidamente se activó el protocolo que permitió encontrar el cuerpo antes de las 22 de ese mismo día”, relató la fiscal.
Pepino valoró el trabajo realizado. “Se hicieron rastrillajes durante todo el día, trabajaron perros entrenados y se tomaron entrevistas en todo el pueblo”, destacó e hizo hincapié en que “participó personal policial de las unidades regionales números 4 y 8 y de la Agencia de Investigación Criminal (AIC)”.
La representante del MPA destacó que “el hallazgo del cuerpo se produjo en el marco de un allanamiento en el domicilio del agresor”. Al respecto, precisó que “en ese operativo, dos perros adiestrados para la búsqueda de personas señalaron con insistencia el sitio en el que estaba el tanque de agua”.
Responsabilidad penal
En el marco de la audiencia de juicio abreviado, Romero reconoció su responsabilidad penal como autor de homicidio agravado (por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre en perjuicio de una mujer en un contexto de violencia de género-femicidio).
La Defensa aceptó la atribución delictiva realizada por la Fiscalía, la pena a prisión perpetua impuesta y el juicio de procedimientos abreviados. Los familiares directos de la víctima fueron notificados sobre lo resuelto y expresaron su conformidad.
Producción periodística: Carlos Walter Barbarich, Gustavo Orellano y Luis Emilio Blanco