La tormenta precedió a la paz. El Frente de Todos atraviesa cierta tranquilidad tras el revuelo que provocó la renuncia del ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en medio de versiones –que luego negó ante la Justicia- sobre supuestas irregularidades en torno al proceso de licitación para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
En los últimos días, el Gobierno enfrentó un nuevo escándalo. Esta vez, por el aterrizaje de un avión venezolano con tripulantes 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes que aún no pudieron explicar los motivos de su viaje a la Argentina. El Boeing 747 se encuentra secuestrado por orden judicial y sus tripulantes, alojados en un hotel y sin sus pasaportes, ahora retenidos por la Justicia.
Lo novedoso, respecto de situaciones anteriores, es que, más allá de las desprolijidades que expuso a la hora de abordar el caso, el oficialismo se alineó detrás de un discurso en el cual no cargó responsabilidades –al menos de manera pública- sobre otras áreas del Gobierno que responden a diferentes sectores de la coalición.
“Se cumplieron todos los pasos, hoy está en manos de la Justicia, dejemos que investigue”, dijeron en la Casa Rosada, intentando dar por cerrado el tema y mostrar cierto orden. Así se puede interpretar la presencia del presidente Alberto Fernández en la reunión de Gabinete que tuvo lugar este jueves en Casa Rosada.
Mientras, el gabinete nacional se reordena a partir de los desembarcos de Agustín Rossi en la AFI, que venía oficiando de interlocutor y defensor del mandatario, y Daniel Scioli en Desarrollo Productivo. El ex gobernador viene de realizar una buena gestión en la embajada argentina en Brasil y asume como un hombre que mantiene buena sintonía con las principales patas de la coalición. Su principal punto de conflicto, tal vez, pueda darse con Sergio Massa. El titular de la Cámara de Diputados tiene un encono personal con el ex gobernador. ¿Aparece un competidor para el líder del Frente Renovador en la carrera por la sucesión de Alberto Fernández?
El presidente logró hacer equilibrio con su discurso en la IX Cumbre de las Américas: tuvo gestos amistosos con su par norteamericano, Joe Biden, pero criticó su política respecto de América Latina y la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela. También, pese a la regla no escrita que rige la diplomacia, apuntó contra el antecesor de Biden, Donald Trump, y su predecesor en Argentina, Mauricio Macri.
El rumbo económico, sin embargo, podría representar una amenaza para esta tregua. El ministro de Economía, Martín Guzmán, suma responsabilidades -ya tiene Comercio Interior a su cargo-. Pero eso es un arma de doble filo. El 5,1% de inflación de mayo muestra una baja con respecto a abril -6%-, pero sigue en niveles muy altos. Por ahora, cesaron las críticas en su contra.
Las internas en Juntos por el Cambio
La “tranquilidad” en el oficialismo contrasta con el permanente estado de ebullición que atraviesa el frente opositor. En medio de la interna entre ‘halcones’ y ‘palomas’, macristas y radicales, todo es motivo de discusión. Incluso el lenguaje inclusivo.
La semana pasada, el Gobierno de la Ciudad anunció la “regulación” –así lo anunció la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña- del lenguaje inclusivo en las escuelas de la Capital Federal y advirtió que los docentes que no cumplan con la medida podrán ser sancionados.
Rápidamente, desde el radicalismo salieron a criticar la Resolución. “Es fulbito para la tribuna”, dijo Facundo Manes. El diputado de la UCR también señaló que la inversión en materia educativa en la Ciudad de Buenos Aires se redujo desde que gobierno el PRO. Detrás de sus críticas se esconde la intención de seguir diferenciándose del PRO y, en particular, del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. Ambos, seguramente, compitan en 2023 para ser candidatos de la coalición opositora.
En esa carrera ya están anotados otros dirigentes: Miguel Ángel Pichetto, quien afirmó que es el único de su partido que está capacitado para dirigir el país; Gerardo Morales, en constante tensión con sus colegas de Buenos Aires; y Patricia Bullrich, quien la semana pasada presentó su programa de Gobierno con advertencias para sus competidores internos más dialoguistas. En el acto de la ex ministra de Seguridad no pasó desapercibida la presencia de Mauricio Macri, quien, pese a esporádicos acercamientos, sigue distanciado del alcalde porteño.
Los interrogantes que giran alrededor de la figura del ex presidente persisten. ¿Irá por el segundo tiempo en la Casa Rosada? ¿O terminará dándole su bendición a algunos de los dirigentes del PRO? ¿Y qué podría pasar si, finalmente, decide romper con la alianza que se formó en 2015 para derrotar al kirchnerismo?
El “drama” de Milei
Aparece entonces un tercer actor: Javier Milei. Inmerso en una interna que afecta al movimiento que encabeza, el exponencial crecimiento del diputado de La Libertad Avanza parece haberse estancado a raíz de sus últimas acciones y declaraciones públicas sobre la tenencia de armas y, principalmente, el tráfico de órganos.
“Milei bajó 4 puntos en encuestas, fue dramático lo de la venta de órganos”, dijo uno de sus hombres más leales, Carlos Maslatón.
Según últimos relevamientos, su imagen cayó en 20 de los 24 distritos del país. Es cierto, el diferencial entre su imagen positiva y negativa sigue arrojando datos favorables para el economista. Pero es un llamado de atención, cuando aún resta más de un año para la PASO de 2023.
En ese marco, su acercamiento a Mauricio Macri deja al descubierto las diferencias dentro del espacio. “Lleva 6 meses y ahora se hace pública. El movimiento está quebrado por dentro”, reveló Maslatón. A través de él, se ventiló el malestar que provoca en ciertos sectores del espacio su simpatía con el ex presidente.
“Estimado Milei, hemos entregado nuestra militancia y dinero para que vos seas el Presidente 2023. No quisiera tener que apodarte en el futuro como ‘Capitán Araña’. Tu fascinación escénica por la figura de Macri me tiene muy preocupado. No nos traiciones como (Carlos) Kikuchi (armador del espacio)”.
Según Maslatón, Kikuchi y la hermana del libertario, Karina, están llevando a la “catástrofe” el proyecto del legislador que sacudió a la política. Desde entonces, Milei redujo sus apariciones públicas y emprendió una gira por Colombia.
¿Cómo se reordenará la política en semejante contexto? ¿Milei logrará recuperar el protagonismo con el que sorprendió en 2021 o será la confirmación, una vez más, de que las propuestas antisistema no prosperan en la Argentina y de que las terceras fuerzas se incorporan a otras con mayor estructura?