El caso Kueider: la guardó en la mochila, cruzó la frontera y lo pescaron


Cuando las fuerzas de seguridad paraguaya detuvieron la camioneta de alta gama de Edgardo Kueider, su suerte ya estaba echada. Eran las 00.30 de un miércoles y estaba en Ciudad del Este, junto a su secretaria Iara Magdalena Guinzel Costa, intentando cruzar la frontera con más de 200 mil dólares sin declarar. Toda una composición muy difícil de explicar para el senador entrerriano. Ante la prensa local, Kueider se declaró “inocente” y alegó que “el dinero no era suyo”. Según su abogado, pertenece a Guinzel Costa. Lo que ninguno dijo es que, desde febrero a la fecha, era su sexto viaje por la misma ruta y con la misma pareja. La fiscalía no les creyó y lo imputó por lavado de dinero y contrabando. El escándalo sacudió el tablero político argentino y alimentó las sospechas respecto a que el origen del dinero podría provenir de dádivas por haber apoyado al Gobierno en el Congreso de la Nación. “Democracia tarifada“, lo tituló Cristina Kirchner. Unión por la Patria impulsó un proyecto para expulsarlo de su banca y Javier Milei intentó despegarse de su aliado.

En el Puente Internacional de la Amistad que une Paraguay con Brasil, un control de rutina alteró por completo los planes de Kueider. La Aduana frenó la Chevrolet Trailblazer 4×4 negra y detectó que en una mochila trasladaba 211 mil dólares, 646 mil pesos y 3.900.000 guaraníes, que no podía justificar. El director de Ingresos Tributarios paraguayos, Oscar Orué, informó que al realizarse la verificación vehicular se encontraron “unos paquetes” con billetes de distintas denominaciones y que el senador argentino se negó a dar explicaciones ante las autoridades locales. “En el momento del procedimiento, el señor no colaboró en el sentido de informar para qué era, por qué lo traía, con qué fin. Eso ya se va a determinar en el sumario administrativo”, afirmó el funcionario. En su única aparición pública, el entrerriano deslizó que todo se trataba de un malentendido. “No tengo que justificar nada, el dinero no era mío. Voy a dar mi versión al fiscal de turno para manifestarle mi total inocencia”, expresó antes de ingresar a la unidad especializada a cargo de la investigación.

De acuerdo a su abogado, César Nider Centurión el dinero corresponde a su secretaria, quien trabaja para una sociedad anónima llamada Golden Sur en ese país. “Ella es apoderada general y hace gestiones para esa empresa. Y dentro de su ámbito de gestión está la adquisición de mercaderías en Ciudad del Este, por ejemplo electrónicos, perfumes, cosméticos”, agregó el letrado y señaló que la compañía “le entregó ese dinero para ese fin”.

El mismo amor, la misma ruta

Tras la detención de Kueider, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) inició de oficio una pesquisa por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Además, reveló que no era la primera vez que el senador realizaba este viaje. Desde principio de año hasta ayer, fueron seis las excursiones que realizó por esa misma ruta terrestre junto a su secretaria de 35 años. Todas escapadas de no más de cuatro a cinco días. “Se reiteró la misma ruta, siempre saliendo vía Brasil y otras a través del puente San Ignacio”, detallaron fuentes judiciales.

En paralelo, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado también investiga a Kueider por presunto enriquecimiento ilícito en un expediente derivado de la causa Securitas, que involucra el pago de sobornos a organismos públicos. Uno de ellos es ENERSA (Energía de Entre Ríos Sociedad Anónima), donde el senador ocupó un cargo directivo. La intención del acusado es que la causa pase de la jurisdicción provincial al fuero federal, aunque aún no obtuvo una resolución a su pedido.

En las declaraciones juradas del senador, además, los números no cierran. Según lo que informó en 2021, solo tenía 8.500 dólares en su poder. Las declaraciones de 2022 y 2023 nunca fueron presentadas.

Terremoto político

El caso Kueider revolucionó a la dirigencia política argentina por la genuflexión que el entrerriano desplegó ante el bloque libertario. El senador ingresó al Congreso por las boletas del Frente de Todos en 2019 y este año se convirtió en un aliado clave del gobierno nacional. El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, promovido en ese cargo por Victoria Villarruel, no solo dio quórum en la Ley Bases, sino que acompañó la votación en general. A partir de su contorsionismo, recibió una catarata de críticas de parte del peronismo, incluido un descargo muy duro de Cristina Kirchner, y despertó especulaciones sobre las retribuciones que recibía a cambio. Entre las recompensas se evaluó la posibilidad de que abandone su banca en la Cámara alta para ocupar una embajada o integrar la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, la represa hidroeléctrica sobre el río Uruguay. También estaba sobre la mesa una negociación para que sea candidato el año que viene y restarle votos al peronismo en la provincia.

El nombre de Kueider también resonó fuerte durante el debate por la presidencia de la Bicameral de Inteligencia, una comisión que –justamente– debe hacer seguimiento sobre los fondos multimillonarios que la SIDE recibe del Ejecutivo nacional. Llamativamente o no, La Libertad Avanza impulsaba la postulación del hombre que ayer fue demorado con cientos de miles de dólares sin declarar, aunque finalmente la oposición logró imponer al radical Martín Lousteau. Ante las especulaciones y los cuestionamientos, Kueider se victimizó. “Yo soy peronista y jamás traicioné al peronismo como lo han hecho muchos otros. Yo siempre voy a ser peronista”, esgrimió y remarcó que en la Casa Rosada lo quieren por ser “responsable y constructivo”.

En el kirchnerismo, por el contrario, están convencidos de que el cambio de postura de Kueider no responde a una actitud republicana, sino a la compra de votos. Horas después de que se conociera la noticia, Cristina Kirchner publicó en redes sociales un texto titulado “Democracia tarifada”, en el que recordó que Kueider fue “votado como peronista” y que “que pasó a votar como libertario”. “Así se consiguen los votos para las leyes que perjudican a las grandes mayorías y a los intereses de la Nación; o las ausencias que impiden derogar los Decretos de Necesidad y Urgencia que condenan a millones de argentinos a la pobreza o le permiten al Ministro de Economía volver a endeudar el país. Que nadie se haga el distraído… Ni la distraída”, manifestó la exmandataria.

El dardo fue acompañado por un pedido de expulsión presentado por el interbloque de Unión por la Patria por “inhabilidad moral sobreviniente de los hechos de público conocimiento”. “Representa un ataque directo a la ética, la transparencia y el honor del Senado de la Nación”, reza la solicitud que lleva la firma de José Mayans, Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti.

Frente al escándalo, el bloque Unidad Federal, que Kueider integra junto al correntino Carlos “Camau” Espínola y la cordobesa Alejandra María Vigo solo atinó a decir que es un tema que debe resolver la Justicia. El senador nacional, por su parte, informó anoche que pedirá licencia mientras dure la investigación que lo involucra. “De este modo, espera que se pongan en marcha todos los mecanismos institucionales correspondientes y que se aclaren los hechos”, indicó su oficina de prensa en un breve comunicado.

Operativo desmarque

La Casa Rosada se esforzó por intentar un operativo desmarque. A pesar del público acercamiento de Kueider al oficialismo, el Gobierno señaló que se trata de “un problema del Partido Justicialista”. Esa línea fue la que repitió ayer el Presidente en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). En un hotel de Puerto Madero, Milei intentó despegarse y solo se limitó a señalar que “lo del Kueider es un problema del kirchnerismo“. La escueta declaración no se condice con la embestida que hace unos meses hacía contra los legisladores a los que describía como “coimeros”. “Tenemos identificadas a las valijas y a los valijeros. Hay decenas”, lanzaba, efusivo, a principio de año. Sobre este caso, curiosamente, prefirió la prudencia.

Lo mismo hizo Victoria Villarruel con una publicación en redes sociales. La vicepresidenta se desligó de su alianza con Kueider y le habló directamente a Cristina Kirchner. “Entró en su boleta, con su cara al lado y sigue siendo un afiliado del partido que usted preside”, le espetó y adjuntó una foto de la nómina del Frente de Todos en 2019. Lo cierto es que el entrerriano tiene un vínculo aceitado con la vicepresidenta, al punto tal que fue ella quien lo promovió como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que paradójicamente es la que deberá tratar un eventual pedido de desafuero.

Por si aún quedan dudas, hay dos hechos que deschavan la relación con el oficialismo. El primero es que el propio Kueider se presentó ante las autoridades paraguayas como senador de la Libertad Avanza. El segundo, es que el oficialismo –incómodo– aún no emitió ningún comunicado. Por el momento, decidió guardar el relato anticasta y hacer silenzio stampa.