Este lunes por la mañana, los cinco magistrados que componen la primera sala de la Corte Suprema de Brasil ratificaron, mediante un voto virtual, la decisión cautelar que suspende los servicios de la red social X. La red de Elon Musk vio sus operaciones interrumpidas en el territorio brasileño de forma gradual, a partir de la madrugada del pasado sábado, debido a reiterados desacatos del magnate sudafricano a diversas sentencias de este tribunal. Hasta que la red social cumpla “todas” las decisiones de la corte, el acceso a X no estará disponible a través de su sitio web o su aplicación móvil.
El primer voto en el asunto fue por parte de Alexandre de Moraes, magistrado del Supremo Tribunal Federal, quien hace meses libra un enfrentamiento con Musk, que tiene como telón de fondo los límites de la libertad de expresión. El conflicto comenzó luego de que el juez ordenara suspender decenas de perfiles en esta plataforma, como parte de un proceso de lidiar contra la difusión masiva de noticias falsas. Ante el incumplimiento de estas órdenes, Musk llegó a retirar del país a sus representantes legales, asegurando que estaban bajo amenaza de ser encarcelados.
“Elon Musk demostró su total irrespeto a la soberanía brasileña y, en especial, al Poder Judicial”, dijo De Moraes respecto a su decisión de suspender la plataforma. En su voto citó los “reiterados, conscientes y voluntarios incumplimientos de órdenes judiciales y pagos de multas” impuestas por el tribunal a la empresa, calculadas alrededor de cuatro millones de dólares. El mismo fue apoyado por los demás miembros del tribunal, Flávio Dino, Carmen Lucia Antunes, Luiz Fux y Cristiano Zanin, quienes se pronunciaron a favor de la suspensión.
Para De Moraes, tal actitud de X busca “instituir un ambiente de total impunidad y una ‘tierra sin ley'”, que facilite “la actuación de grupos extremistas y milicias digitales en las redes sociales”.
Musk, por su parte, ha calificado al magistrado de “tirano malvado”, en respuesta al ultimátum que De Moraes lanzó el miércoles, instando a la plataforma a nombrar a un representante local, so pena de suspender sus actividades. El plazo para la presentación venció el jueves, y la antigua Twitter afirmó que esperaba ser bloqueada por negarse a acatar las “órdenes ilegales” del tribunal, que buscan “censurar a sus oponentes políticos”.
Dos de los miembros de la primera sala del Supremo ya han sido ministros de Justicia durante gobiernos distintos. El propio De Moraes, durante la gestión del liberal Michel Temer (2016-2018) y Flávio Dino con el gobierno de Lula. Esto, para muchos analistas políticos, descarta el supuesto carácter “ideológico” que la ultraderecha le achaca a la decisión.
Debido a las acciones del juez, la empresa anunció el cierre de sus operaciones en Brasil, aunque mantuvo el servicio disponible para los brasileños hasta su bloqueo. Previo a su suspensión, X contaba con 22 millones de usuarios en el país.
“La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudo juez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos” reaccionó Musk en su propia red social. El juez Flávio Dino, exministro de Justicia de Lula, insistió que “La libertad de expresión no protege las violaciones reiteradas al ordenamiento jurídico”.
Starlink, otro frente del conflicto
A la medida cautelar dictada contra X, se ha sumado un nuevo frente de conflicto a partir de la posición de Starlink, que provee servicios de internet satelital, frente al bloqueo. Esta compañía, una unidad de la empresa tecnológica SpaceX controlada por Musk, le informó a Anatel, el ente regulador de telecomunicaciones en territorio brasileño, que no acatará la orden de bloquear la plataforma en el país hasta que sus cuentas locales sean descongeladas.
Las cuentas de Starlink habían sido bloqueadas por De Moraes con el fin de garantizar el pago de las multas impuestas a X. El incumplimiento de la orden, confirmado en Globo TV por el presidente de Anatel, Carlos Baigorri, implica que los más de 200.000 habitantes de Brasil que contratan el servicio podrián seguir accediendo a la red social.
Las sanciones contra las empresas del magnate fueron adoptadas en medio de la campaña para las elecciones municipales de octubre. Esto ha agitado la polarización entre la extrema derecha, liderada por Jair Bolsonaro, quien ha mostrado una relación estrecha con Musk, y el progresismo, encarnado en el gobierno actual. Mientras que Bolsonaro condena el procedimiento del tribunal como una “persecución ideológica” contra los “conservadores”, Lula ha declarado que toda empresa extranjera que opera en Brasil debe “respetar” la justicia del país.
La decisión de ratificar la medida, por parte del Supremo Tribunal Federal es parte de los esfuerzos para impedir que la campaña para las elecciones municipales se vea inundada de noticias falsas, como ocurrió en las presidenciales de 2018, donde Lula triunfó sobre un Bolsonaro que aspiraba a la reelección. Durante este proceso electoral, cientos de perfiles en diversas plataformas fueron desactivados por orden judicial, en muchos casos por la difusión masiva de ataques contra las instituciones democráticas, atribuidos en su mayoría a la extrema derecha.