París 2024: los tres “milagros” que completaron el casillero

Es difícil hacer un análisis justo, cuando tantas son las variables que definen los logros y las frustraciones de los atletas, teniendo en cuenta el siempre particular contexto económico nacional, pero también los momentos de cada deporte, las generaciones que se van, el tiempo de recambio, situaciones puntuales emocionales de atletas individuales u otras de equipo que influyen en el resto. Cada logro pareciera tener el tinte de milagro, no justamente porque sea algo imposible, sino porque quizás lo imposible es compararse con las estructuras y apoyos de otros países europeos, asiáticos u oceánicos. “La estructura que tiene Países Bajos es diferente, 100% profesional y nosotros 100% amateur. La política y lo que hay detrás es mucho más grande que nosotras, pero me voy a quedar con el esfuerzo que hacemos”, afirmó Rocío Sánchez Moccia, capitana de Las Leonas, en conferencia de prensa después de haber ganado el bronce. Otra de las jugadoras de la Selección Argentina, Sofía Toccalino, también habló de esta situación: “Cada jugadora que pasó por este equipo dejó la vida sin esperar nada. Entrenamos como si fuésemos profesionales y no dejamos de ser amateurs, pero el amor por esta camiseta y el legado que tienen estas Leonas es mucho más grande que todo”.

¿Cuáles son las razones entonces de haber ganado tres medallas? ¿Es casualidad, es un milagro, podría Argentina haberse ido con las manos vacías de París o debería haber ganado mucho más? El análisis de estos tres logros y el resto de la delegación argentina, en Página/12.

El oro del Maligno

José Torres Gil fue el responsable de la primera gran alegría para la delegación nacional. Un logro totalmente inesperado para el cordobés que había entrado por la ventana a la cita olímpica después de una reasignación de la Unión de Ciclismo Internacional. Su gran objetivo era llegar a la final, pero un desempeño descollante en la primera de las dos rutinas posibles lo coronaron en el olimpo para ganar la medalla dorada y para que luego fuera elegido como uno de los abanderados de la ceremonia de clausura de la delegación argentina. 

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Los motivos de este logro quizás puedan explicarse por la desfachatez de Torres al momento de armar su rutina; su inconsciencia ya que compitió con parte de su lado izquierdo del cuerpo quebrado, y además de su gran talento, a que tiene una pista específica para entrenarse en Córdoba que fue inaugurada en 2019, en el Polo deportivo Mario Kempes. Antes de viajar a París, Maligno visitó la pista que estaba en refacción y por tener el mantenimiento correspondiente para que puedan seguir utilizándolo de la mejor manera, no solo el medallista olímpico sino otros atletas de Latinoamérica que hasta se mudan a la ciudad cordobesa para poder entrenarse ahí.

José “Maligno” Torres el día de su consagración en París / AFP

La vela de Plata

Dicen que el trabajo siempre paga, en este caso Eugenia Bosco y Mateo Majdalani están juntos preparándose desde hace siete años cuando, quien fuera entrenador de Cecilia Carranza y Santiago Lange en Río 2016, llamó a la sampedrina para formar un equipo. En la clasificación a Tokio 2020 no lograron superar a los entonces campeones olímpicos de la clase Nacra 17. Pero rumbo a París 2024 Bosco/Majdalani quedaron novenos en el Mundial, lo que los depositó directamente en los Juegos Olímpicos. Justamente fue Lange quien los esperó en la llegada, a orillas de la Marina de Marsella después de la medal race. “Estoy absolutamente seguro de que Mateo va a traer una medalla para Argentina”, había dicho Lange en televisión, ocho años atrás después de ser campeón olímpico.

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Majdalani aferrado a dos piedras de cuarzo que tenían en el barco y Bosco a las sogas de color verde, dejaron todo durante las doce regatas en las que quedaron segundos para llegar a la Medal Race con muchas chances de medalla. En la última en la que los puntos suman doble quedaron séptimos pero delante de Nueva Zelanda y con Gran Bretaña descalificada, pudieron asegurar la plata.

Majdalani y Bosco, en el segundo escalón del podio con sus medallas de plata / AFP

La dupla que vive en España desde 2021 fue entrenada por Javier Conte, quien había sido medallista olímpico de bronce en Sidney 2000, en la clase 470. “La mejor decisión que tomaron fue en 2021 venirse a vivir a Europa. Fue una excelente decisión para estar cerca, pero fue un esfuerzo enorme porque dejaron su familia, el desarraigo”, afirmó el atleta que fue abanderado en los Panamericanos Lima 2019. El hecho de ir al viejo continente para estar más cerca y tener mayor acceso a las competencias es otra de las razones de este logro y la lejanía tiene mucho que ver con las dificultades de mantenerse en la elite en otros deportes.

La tradición de este deporte en el país es inmensa, después del boxeo es la disciplina que más preseas ha cosechado con 11 y lo ha hecho ininterrumpidamente desde Atlanta `96, solo con la excepción de Tokio 2020.

Leonas de Bronce

Nadie puede negar que la Selección Argentina femenina de hockey es el mejor equipo nacional porque ninguna disciplina se ha mantenido tantos años en la elite del deporte mundial. Cuando se gestaron Las Leonas en Sidney 2000 nadie podía imaginar que veinticuatro años después el hockey siguiera en lo más alto. Seis medallas en siete Juegos Olímpicos y cada vez que este equipo llegó a semifinales se subió al podio. Parece injusto la negación de la dorada, que por ejemplo Los Leones, sí consiguieron en Río 2016, justamente la única vez de las últimas ediciones en la que Las Leonas no llegaron al podio. Tres plateadas y tres bronces con el de París 2024 dejan al hockey como el tercer deporte que más medallas le dio al país con siete. 

Quizás ese oro que venían a buscar a la capital francesa se niega para mostrar lo que todavía falta o las grandes diferencias que hay en cuanto infraestructura y preparación con las demás potencias, porque sí Las Leonas también lo son. La sede en la que jugaron fue el estadio Yves-Du-Manoir, el único recinto de todos los Juegos Olímpicos que se volvió a utilizar después de París 1924, cuando fue el estadio principal de aquella época. Lo importante que será este estadio que hasta se jugó la final del Mundial 1938 entre Hungría e Italia y en 1972 Carlos Monzón peleó contra Jean Claude Bouttier por el campeonato del mundo.

Las Leonas en el tercer escalón del podio con su medalals de bronce / AFP

Los diplomas y la delegación

Los primeros en llegar a la Villa Olímpica fueron Los Pumas Seven y Damian Jajarabilla, la Selección de rugby no quedó muy contenta con París, más allá del resultado que estuvo por debajo de lo esperado. Su entrenador, Santiago Gómez Cora, había declarado: “Hostilidad, estadios, la gente que recibía insultos en la calle, familiares y amigos, la verdad que no me quedo con nada de París. Hacía 35 grados y no había aire acondicionado. Los chicos no durmieron las dos primeras noches”. Por su parte, Jajarabilla representó al país después de 36 años en tiro con arco. Los grandes ausentes de estos Juegos fueron el beach voley con presencia asegurada desde que se incorporó al programa olímpico en Atlanta 1996 y el boxeo que por primera vez no tuvo representación en 100 años.

En el segundo día Pablo Simonet de Los Gladiadores le propuso casamiento a Pilar Campoy de Las Leonas, las redes se llenaron de videos y el momento del pedido que compartieron los dos equipos en la Villa Olímpica en Saint Denis.

En el atletismo hubo altas y bajas. La desazón de Belén Casetta en zona mixta después de correr los 3.000 metros con obstáculos fue uno de los momentos fuertes de la competencia porque la marplatense pidió perdón por su rendimiento. Estaba ilusionada con estar en la final y quedó realmente lejos de la marca necesaria. Por otro lado, Elian Larregina se clasificó a las semifinales de 400 metros, lo que significó un logro histórico para el deporte, como también el resultado de Florencia Borelli en maratón en el último día de competencia que quedó 21ª con un tiempo de 2:29.29. Otra actuación para destacar fue el cuarto puesto de Agustín Vernice en canotaje, que mejoró la octava posición en la final de Tokio y quedó cerca del bronce.

Los equipos como el handball, el vóley y el fútbol rindieron por debajo de lo esperado. Quizás no por los resultados finales, pero sí por el rendimiento deportivo. Es decir era muy difícil para el vóley conseguir otro podio pero sí se esperaba ganar algún partido que permitiera soñar con los cuartos de final. Mismo Los Gladiadores que esperaban ganar al menos un partido y se fueron con las manos y el corazón vacíos.

Fernanda Russo habló de la salud mental y puso en primera plana lo que sufrió después de Tokio. Cada vez más son los deportistas que se animan a hablar de lo que les pasa y no de lo netamente deportivo, como Macarena Ceballos que le agradeció a José María Larocca, el jinete argentino que costeó gran parte de su preparación desde marzo hasta la competencia olímpica.

Rumbo a Los Ángeles

El nuevo ciclo olímpico comenzará en Santa Fe, en 2026, seguirá en Lima y culminará en Los Ángeles. Los atletas tendrán un tiempo para replantearse y ver cómo seguir. Habrá que ver qué pasa con las becas y el presupuesto en un contexto que pareciera ser cada vez más desfavorable para los atletas por las últimas medidas y declaraciones de los directores de las entidades que regulan en el deporte nacional. Si la situación sigue así los incluso los Malignos, Las Leonas y navegantes la tendrán cada vez más difícil para cumplir nuevos “milagros”.