La Corte Suprema de Estados Unidos, de mayoría conservadora, retrasó este lunes aún más un juicio federal a Donald Trump, con una sentencia sobre los límites de la inmunidad penal de un presidente que hace prácticamente imposible que se celebre antes de las elecciones de noviembre. Por seis votos de los magistrados conservadores contra tres de los progresistas, el tribunal dictaminó que un presidente goza de cierta inmunidad procesal en el juicio por el asalto al capitolio el 6 de enero de 2021.
Fallo dividido
El presidente de la Corte Suprema, el conservador John Roberts, escribió en nombre de la mayoría que un presidente disfruta de “inmunidad absoluta” frente a un proceso penal por actos oficiales realizados mientras esté en el cargo. “Por lo tanto el presidente no puede ser procesado por ejercer sus poderes constitucionales básicos y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad procesal por todos sus actos oficiales”, dijo Roberts.
“En cuanto a los actos no oficiales de un presidente, no hay inmunidad”, agregó Roberts, quien envió el caso nuevamente a un tribunal inferior para que determine cuáles de los cargos que enfrenta el expresidente implican una conducta oficial. La jueza Sonia Sotomayor remarcó que “nunca en la historia del país un presidente ha tenido motivos para creer que sería inmune a un proceso penal si utilizaba los atributos de su cargo para violar la ley penal” y sostuvo: “Por miedo por nuestra democracia, disiento”.
Trump es acusado de conspirar para defraudar a Estados Unidos, así como de obstruir un procedimiento oficial, es decir la sesión conjunta del Congreso celebrada el 6 de enero de 2021 para certificar la victoria de Biden. El expresidente de 78 años también está acusado de conspirar para negar a los estadounidenses el derecho a votar y a que se cuenten sus votos.
Tanto un tribunal de distrito como un panel de tres jueces de la corte de apelaciones rechazaron la reclamación de inmunidad por parte de Trump. El tribunal de distrito celebrará ahora lo que se espera sea una serie de largas vistas previas. El juicio de Trump por este caso debería haber empezado el 4 de marzo, mucho antes de su revancha electoral en noviembre con el presidente Joe Biden.
La Corte Suprema, dominada por conservadores, incluidos los tres nombrados por el republicano durante su mandato, aceptó en febrero examinar su argumento de que merece inmunidad presidencial, dejando el caso en suspenso. Hasta ahora ningún presidente o expresidente estadounidense había sido imputado, por lo que es la primera vez que la Corte debió pronunciarse al respecto.
En su plataforma Truth Social, Trump celebró el dictamen del máximo tribunal. “Gran victoria para nuestra Constitución y nuestra democracia. ¡Orgulloso de ser estadounidense!”, escribió el exmandatario en mayúsculas. Por el contrario el equipo de la campaña electoral de Biden criticó duramente al republicano diciendo que “piensa que está por encima de la ley y está dispuesto a hacer cualquier cosa para ganar y conservar el poder”.
“Todo dependerá de los votantes”
Harry Dunn, uno de los policías que fue atacado durante el asalto al Capitolio en enero de 2021, dijo este lunes que los votantes son los únicos que hoy pueden frenar a Trump. “No podemos contar con la Corte Suprema ni con ninguna otra institución para que rinda cuentas. Todo dependerá de los votantes en noviembre”, dijo en un encuentro con periodistas Dunn, quien está haciendo campaña por la reelección de Joe Biden en noviembre.
“Trump sigue siendo la mayor amenaza para nuestra democracia”, insistió Dunn, quien agregó: “No necesito que nueve jueces del Tribunal Supremo me digan que fue responsable del 6 de enero, yo estuve allí. Esas personas que nos atacaron lo hicieron en su nombre y bajo sus órdenes“. Dunn, que dejó la policía del Capitolio en 2023, recordó cómo algunos asaltantes golpearon a los policías con los mástiles de banderas estadounidenses.
El día del asalto al Capitolio Trump celebró un acto frente a la Casa Blanca en el que repitió dichos falsos sobre un supuesto fraude en las elecciones de 2020, ganadas por Biden, e instó a sus seguidores a marchar hacia la sede parlamentaria, diciéndoles: “Si no luchan con todas sus fuerzas, ya no tendrán país”. Durante las primeras horas del asalto, mientras la policía hacía lo posible por proteger a los legisladores y la turba ingresaba por los pasillos, Trump permaneció en silencio viendo la televisión.
Solo horas después publicó un video en redes sociales en el que pedía a sus seguidores que “volvieran a casa”. El asalto al Capitolio se cobró la vida de cinco personas, incluido un policía, mientras que cuatro agentes se suicidaron posteriormente. Blanco de cuatro inculpaciones penales, Trump hace todo lo posible para retrasar los juicios hasta después de las elecciones presidenciales.
En mayo fue declarado culpable por un tribunal de Nueva York por “falsificación contable agravada para ocultar” los pagos hechos a una exactriz porno para que guardara silencio sobre una relación extramatrimonial que ella asegura haber mantenido con él en 2006, para no verse perjudicado en los comicios de 2016. Conocerá la condena por ese caso el 11 de julio.
Pero esa primera condena penal, sin precedentes para un expresidente de EE.UU., es la menos grave políticamente de las cuatro y posiblemente sea la única antes de las elecciones. A fuerza de recursos los abogados de Trump consiguieron aplazar los otros juicios, a nivel federal por retención de documentos clasificados tras su salida de la Casa Blanca, y en los tribunales del estado clave de Georgia por presunta injerencia electoral en 2020. Si gana las elecciones Trump podría, una vez que preste juramento en enero de 2025, ordenar la paralización de los procesos federales abiertos contra él.