Un fenómeno aún no resuelto viene desconcertando por igual a residentes y visitantes de la tranquila ciudad de Firmat durante casi dos décadas. En la plaza Manuel Belgrano de barrio La Patria, las hamacas parecen tener vida propia. Puntualmente, las tres que cuelgan de un caballete de caño, se mecen aleatoriamente como si alguien las estuviera ocupando.
El fenómeno fue motivo de debates y análisis que involucraron incluso a científicos que se ocuparon de intentar establecer una teoría válida. Pero ahora, un nuevo episodio registrado en video por un vecino vuelve a tirar por tierra a los intentos anteriores de establecer los motivos del movimiento caprichoso de las hamacas: en un día de viento intenso, todo se movía salvo la hamaca central, una de las que antes oscilaban y originaron el misterio.
Todo comenzó en junio de 2007 cuando un adolescente que vivía frente a la plaza, de apellido Piana, notó que las hamacas se movían solas. El video que filmó se difundió rápidamente, primero a nivel local y luego nacional, convirtiendo a la plaza en un centro de peregrinación y un atractivo turístico.
A pesar de los años, los columpios nunca dejaron de moverse. Incluso durante la cuarentena por la pandemia, las hamacas de la plaza volvieron a moverse solas y un nuevo video filmado por el periodista local José Pellegrini se hizo viral en las redes sociales.
Hay varias teorías sobre por qué las hamacas se mueven solas. Algunos creen que se trata del espíritu de un niño que murió en un accidente cerca de la plaza. Otros sugieren explicaciones más racionales, como los vientos, un campo magnético o fuerzas no mensurables de una antena de telefonía celular.
A medida que el misterio continúa, la gente sigue acudiendo a la plaza Manuel Belgrano, esperando ver con sus propios ojos el fenómeno de las hamacas de Firmat.
Qué dice la ciencia
Con los años se realizaron investigaciones y estudios para comprender el fenómeno de las hamacas en movimiento. Un programa de televisión estadounidense que se dedica a analizar grandes mitos explicó el fenómeno con métodos científicos. En este documental, trajeron a tres especialistas que realizaron una serie de pruebas.
En una de ellas, colocaron un hilo que alguien sostenía desde atrás, escondido, para analizar la posibilidad de que una persona hubiese movido la hamaca durante años para mantener el mito. También las cubrieron con una carpa para aislarla del viento. Pero hasta ahora no se encontró una explicación definitiva y científicamente comprobada para el misterio.
Es importante mencionar que, a pesar de estas investigaciones, muchas personas en Firmat todavía creen en la teoría del “fantasma del niño” como la causa del movimiento de las hamacas.
Qué opinan en Firmat
Las opiniones de los firmatenses sobre el fenómeno son tan variadas como fascinantes. Algunos aceptaron el suceso como parte de la vida cotidiana. Otros creen en la teoría del “fantasma del niño” como la causa del movimiento de las hamacas. Están los que no se interesan por el tema, quienes buscan explicaciones más racionales, pero también, quienes se dicen escépticos, pero pasan por las hamacas antes de ir al casino, en busca de algo que le aporte buena suerte.
Lo concreto es que el fenómeno tuvo un gran impacto en la cultura de la ciudad. Una escritora local publicó un libro titulado “Las hamacas de Firmat”, que aprovecha estas vivencias para contar la historia sobre cómo se erigió el barrio de la plaza en los años ‘80.
Para Leonardo, hermano del joven que descubrió el movimiento de las hamacas y quien también vive frente a la plaza, “todo sigue siendo un enigma, aunque ya no le damos importancia”.
Juan, otro vecino que vive frente a la plaza a pocos metros de las hamacas, contó a La Capital que “pasa gente que no es de acá. Hacen la bajadita desde la ruta, se quedan un rato observándolas y después continúan viaje”. También contó que hace pocos días vio cómo una de las hamacas se movía con más fuerza que la habitual. “Se movía desde la mitad de la cadena, como si hubiera alguien agarradito de ahí. Fui, la paré con mano y lentamente comenzó a moverse otra vez”.
Para él, el fenómeno sigue dándose sin que se pueda establecer un patrón. “No hay fechas ni horarios. A veces salgo a trabajar y veo que se están moviendo. Pero ya estamos familiarizados, no nos llama la atención como antes”, reforzó.
“No me animo a tirar ninguna teoría. El accidente del chiquito que cuenta la leyenda fue real, ocurrió cuando se hacía la obra de cloacas, se cayó un tubo y lo golpeó. Pero para mí, que soy nacido y criado en Firmat, eso no tiene nada que ver y lo de las hamacas obedece a otro fenómeno”, argumentó.
Uno de los episodios que más llamó la atención de Juan fue un día en que la región fue afectada por una fuerte tormenta. El viento voló el techo del campanario de una iglesia cercana y el techo de chapas a modo de cochera que tiene frente a su casa. “Ahí miré hacia las hamacas y una de ellas, la del centro, estaba totalmente quieta, como si la hubiesen estaqueado”, dijo.
Otro día tuvo la oportunidad de documentarlo en un video y allí confirmó que la hamaca nuevamente se quedaba quieta a pesar de la incidencia del viento en el resto del paisaje.
“Hay algo muy nuestro, de buscarle explicación a todo. Y cuando no encontramos una salida lógica soltamos a volar la imaginación”, concluyó Juan.
La teoría más aceptada
En este punto de las cosas, es importante mencionar que, a pesar de las diversas opiniones y teorías, el misterio de las hamacas de Firmat sigue sin resolverse. La comunidad científica investigó y propuso varias explicaciones. La más aceptada es que el viento es el responsable del movimiento de las hamacas.
El programa de televisión estadounidense dedicado a investigar fenómenos paranormales, llamado “Fact or Faked: Paranormal Files”, llevó a cabo un estudio en 2011. Cubrieron las hamacas con una carpa inflable y demostraron que es el viento lo que las hace mover. Sin embargo, su explicación sobre por qué se mueve una sola hamaca se consideró insatisfactoria.
Otra investigación sugiere que cuando sopla un viento lateral y alcanza suficiente fuerza, la posición de la hamaca con un lado perpendicular al viento se vuelve inestable. Basta con que se gire un poco hacia un lado para que se tuerza completamente en esa dirección. La hamaca inclinada actúa como una vela y es empujada en dirección perpendicular al viento. Cuando llega a un extremo de la oscilación, la hamaca gira y vuelve a hacer de vela en la otra dirección. De esta manera, el viento siempre está empujando a la hamaca en la dirección que conviene para que se ponga a oscilar.
Pero la duda se presenta porque las hamacas vecinas no se mueven. Por ello, se considera que, a pesar de estas investigaciones, el misterio de las hamacas de Firmat sigue sin resolverse de manera definitiva. Las dudas se profundizan ahora con el nuevo hallazgo detectado por otro vecino: ramas de árboles, la bandera del mástil y todas las hamacas se mueven por el viento. Pero una de ellas permanece casi inmóvil.
Por esta y otras razones, la plaza donde se encuentran las hamacas se convirtió en destino popular. Muchos automovilistas que pasan por la ruta 93 que va a Rosario y a la provincia de Buenos Aires paran a ver las hamacas y tomarse selfies.
Los habitantes de Firmat cambiaron sus costumbres y “la vuelta al perro” incluye ahora el campito ubicado en el extremo sur de la localidad y los comentarios al pasar sobre el comportamiento de las hamacas continúa como tema de conversación recurrente.