El histórico juicio de Donald Trump en Nueva York entra en su recta final este martes con los alegatos de cierre ante el jurado, que deberá decidir si dicta la primera condena penal contra un expresidente de Estados Unidos. A menos de seis meses de que los votantes elijan a su nuevo presidente en las urnas, Trump está acusado de falsificar registros contables para comprar el silencio de la exactriz porno Stormy Daniels sobre un encuentro sexual entre ambos en 2006, que podría haber afectado su candidatura presidencial de 2016.
Si es declarado culpable, Trump enfrenta hasta cuatro años de prisión por cada uno de los 34 cargos, pero los expertos legales dicen que, por no tener antecedentes penales, es poco probable que lo encarcelen. Una condena no impediría que Trump figure en la boleta electoral de noviembre como candidato republicano a la presidencia frente al demócrata Joe Biden.
Veredicto por unanimidad
Fueron necesarias casi cinco semanas que incluyeron la declaración de más de 20 testigos hasta llegar a los argumentos finales, la última oportunidad de la fiscalía y la defensa para impresionar con su caso al jurado anónimo de 12 miembros. Como era de esperar Trump optó por no testificar en su defensa, una medida que lo habría expuesto a riesgos legales innecesarios y a un interrogatorio forense.
Para un hombre que siempre se enorgulleció de estar al mando y tener todo bajo control, el papel de acusado silencioso y pasivo no fue fácil. Hubo momentos intensos y humillantes, como cuando Trump se vio obligado a sentarse y escuchar a Daniels relatar su supuesto encuentro con detalles bastante gráficos.
Frente a los periodistas, antes y después de cada día en el tribunal, el magnate atacó al juez Juan Merchan (llamándolo “corrupto” y “tirano”) y calificando el juicio como una “interferencia electoral” por parte de los demócratas con la intención de mantenerlo afuera de la campaña electoral.
La dimensión política del caso quedó a la vista en los últimos días, cuando un grupo de destacados republicanos, incluidos varios aspirantes a la vicepresidencia, acudieron al tribunal y se pusieron detrás de Trump en un gesto de apoyo mientras hablaba con la prensa.
En total Merchan acusó 10 veces a Trump de desacato al tribunal y le impuso una multa de 10 mil dólares por incumplir una orden de silencio que le prohibía atacar públicamente a los testigos, al jurado, al personal del tribunal o a sus familiares. El juez dijo que espera que los alegatos finales ocupen todo el martes.
Luego Merchan dará las últimas instrucciones al jurado, que probablemente empezará a deliberar el miércoles. Para emitir un veredicto de culpabilidad o inocencia se requiere unanimidad. Un solo voto en contra significa un jurado en desacuerdo y la anulación del juicio.
Los otros casos
Además de Daniels, el testigo clave de la acusación fue Michael Cohen, exabogado y hombre de confianza de Trump ahora convertido en enemigo acérrimo, quien organizó el pago de 130 mil dólares para comprar su silencio. Cohen explicó a los miembros del jurado los motivos de los pagos y dijo que se hicieron “para garantizar que la historia no saliera a la luz, que no afectara a las posibilidades de Trump de convertirse en presidente de Estados Unidos”.
El equipo de defensa del expresidente dedicó la mayor parte de su interrogatorio a tratar de desacreditar a Cohen, recordando que había admitido mentir al Congreso y pasado tiempo en prisión por fraude fiscal. La defensa sólo llamó a dos testigos propios antes de retirarse.
Además del caso de Nueva York, Trump fue acusado en Washington y Georgia de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020. También se enfrenta a cargos en Florida por presunta manipulación indebida de documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca. No se prevé que ninguno de esos juicios tenga lugar antes de las elecciones de noviembre.
Día de los Caídos
El presidente Joe Biden homenajeó este lunes al Ejército y las tropas de su país con motivo del Día de los Caídos, una celebración que su rival republicano usó para criticar duramente a los jueces encargados de sus diversas batallas legales. Junto al tradicional gesto de depositar una corona de flores por los soldados estadounidenses caídos en batalla, Biden hizo hincapié en que las tropas sirven bajo juramente “no a un partido político, ni a un presidente, sino a la Constitución de los Estados Unidos de América”.
Mientras tanto, en la red Truth Social Trump escribió: “Feliz Día de los Caídos a todos, incluyendo a la escoria humana que está trabajando tan duro para destruir nuestro país, que en su día fue un gran país, y a la izquierda radical”. En el mensaje del magnate se incluyen descalificativos para distintos jueces encargados de sus procesos en curso en diversas ciudades del país.
Tal es el caso de “Arthur Engoron, el juez chiflado del estado de Nueva York que me impuso una multa de casi 500 millones de dólares por NO HACER NADA MAL, utilizó un estatuto que nunca se había utilizado antes”, manifestó el potencial candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre.
Engoron sentenció a Trump en febrero en un caso de fraude civil por exagerar su patrimonio neto para conseguir préstamos favorables, delito del que ya había sido declarado culpable en septiembre. Entre la lista de activos inflados se incluyó su departamento en la Trump Tower de Manhattan, su finca de Mar-a-Lago y varios campos de golf.
A la caza del voto libertario
Trump se enfrentó el sábado a una inusual lluvia de abucheos durante su participación en la convención del partido libertario en Washington, donde buscó recabar apoyos de cara a su candidatura presidencial. Los libertarios siempre contemplaron con escepticismo a Trump, a quien consideran parte del mismo sistema que su rival demócrata, Biden. Por ejemplo, responsabilizan a Trump de permitir restricciones sanitarias durante la pandemia de coronavirus, cuando era presidente del país.
Aún así, sus posiciones se acercan más al partido republicano de Trump, por lo que el magnate está intentando atraer a un electorado con un peso muy reducido en las elecciones presidenciales (solo sacó un 1,2 por ciento de votos en 2020). Sin embargo ese apoyo podría ser trascendental en noviembre dado el actual empate en las encuestas entre demócratas y republicanos.
Después de intentar ganarse la confianza de los asistentes al describirlos como “fuertes campeones de la libertad” y al declarar a Biden como “un tirano y el peor presidente de la historia del país”, al ver que los abucheos no terminaban Trump decidió pasar al ataque. “Parece que no quieren ganar”, contestó el magnate.
“Igual quieren seguir ganando un tres por ciento de voto para los próximos cuatro años”, agregó entre gritos de “mentiroso” e “hipócrita”. Trump se estaba refiriendo al histórico resultado alcanzado en 2016 por el candidato libertario Gary Johnson. Desde el partido libertario se defendió la invitación a Trump como un esfuerzo para integrar a la formación en la corriente de los dos grandes partidos.
“Durante 50 años hemos estado tratando de llevar a nuestros candidatos al escenario principal, acompañando a los candidatos presidenciales, “y finalmente lo hemos conseguido”, explicó la presidenta del Comité Nacional Libertario, Angela McArdle. Trump prometió, a cambio del apoyo de este partido marginal, que si es elegido presidente liberará a un condenado a cadena perpetua por dirigir un sitio web que vendía millones de dólares en drogas.