En paralelo al debate de la Ley Bases, el Senado también tendrá que definir la sanción de un paquete fiscal que incluye un blanqueo de capitales, un piso más alto para Bienes Personales, modificaciones en el monotributo, una nueva moratoria impositiva y, finalmente, la restitución del impuesto a las Ganancias para las clases trabajadoras. El punto más conflictivo, sin embargo, es Ganancias, que arrastra el rechazo de todos los gobernadores patagónicos y amenaza, por estas horas, con caerse durante la votación en particular si no se introducen modificaciones.
El año pasado, durante la campaña electoral, el ex ministro de Economía, Sergio Massa, había impulsado la eliminación de la cuarta categoría y su reemplazo por un “impuesto cedular” sobre los ingresos más altos (un piso de 15 salarios mínimos). Milei, entonces diputado, había votado a favor, pero cambió de opinión cuando se convirtió en presidente y comenzó a necesitar una herramienta que le permitiera garantizarle recursos a las provincias sin que afectara su meta de reducir el déficit. Ya que Ganancias es coparticipable, Milei definió incluir en su paquete fiscal una modificación del impuesto de modo de que lo pasaran a pagar todos aquellos que perciben más de 1,8 millones de pesos mensuales (en el caso de los casados es 2,2 millones).
La restitución de Ganancias es rechazada por los gobernadores patagónicos, como Alberto Weretilneck (Río Negro), Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Rolando Figueroa (Neuquén). Esto se debe a que son provincias con costos de vida más altos, lo que se ve reflejado en los salarios y llevaría a que, de sancionarse así como está, más patagónicos tuviesen que pasar a pagar el impuesto. Por el contrario, las provincias del Norte serían las más beneficiadas, ya que recaudan grandes montos por coparticipación y, en cambio, cuentan con pocos ciudadanos que pagan el impuesto.
El paquete fiscal pretende incluir a más de un millón de trabajadores dentro del universo que paga Ganancias pero, a su vez, reduce Bienes Personales, un impuesto que paga solo el uno por ciento de la sociedad con mayor patrimonio. El proyecto, en su tercer capítulo, aumenta a 100 millones de pesos el piso a partir del cual una persona será alcanzada por Bienes Personales y modifica las alícuotas. Un beneficio directo a los sectores más ricos de la sociedad que genera una pérdida de recaudación para el Estado.
El paquete fiscal sostiene, además, un blanqueo de capitales dirigido a los contribuyentes que no tienen declarados sus activos. Si bien casi todos los presidentes han presentado “regímenes de regularización de activos” durante sus gobiernos, en este caso, Milei fue más allá, ya que las personas que blanqueen hasta 100 mil de dólares no tendrán que pagar ninguna penalización por los bienes no declarados. “Es el blanqueo más generoso de la historia argentina. En la mayoría de los blanqueos siempre se paga un porcentaje por los impuestos que evadiste, pero acá tenés la posibilidad de pagar cero si es hasta 100 mil dólares o si es más de 100 mil pero lo depositás en el sistema financiero hasta diciembre de 2025”, explica el diputado de Patria Grande Itai Hagman que, durante la votación en particular del paquete fiscal, había logrado aplazar la eliminación del monotributo social (otro de los puntos del proyecto). Por 90 días al menos.