Mientras los goles del Colibrí Borja y el talento juvenil del Diablito Echeverri están en el centro de atención de River después del triunfo del domingo contra Central que dejó al equipo a un pasito de los playoffs de la CLP, en segundo plano aparece un dato clave que refleja un valioso aporte de Nacho Fernández y Esequiel Barco en 2024: los dos volantes ofensivos que fueron fundamentales con sus ingresos en el segundo tiempo para dar vuelta el 0-1 ante el Canalla son los mayores asistidores del campeonato con seis pases-gol cada uno.
Si bien contra Central el más destacado fue Nacho por la asistencia de derecha a Borja en el 2-1, la aceleración de Barco desestabilizó aún más a una defensa rival que a esa altura del partido ya acusaba desgaste, como sucedió en la conexión del 21 con Casco en la jugada del gol de la victoria. De hecho, el Cerebro también aprovechó la flechita para abajo del equipo de Russo para sacar una ventaja con su lucidez que no estaba logrando en sus últimos partidos en el 11.
Nacho y Barco generaron 12 de los 23 goles de River en la Copa de la Liga: el 52%. O sea, entre los dos suman la misma cantidad de asistencias que los tantos que marcó el Colibrí, una estadística que inevitablemente lleva a la conclusión de que River no debería prescindir de ambos a la vez, más allá de que solo haya ocurrido tres veces en el año: ante Independiente Rivadavia, Gimnasia (Nacho asistió a Colidio en el 3-1) y Central. Justamente, en estos tres partidos fue titular el Diablito Echeverri.
El contraste de Fernández y Barco es que aportaron muchas asistencias pero ninguno está de racha con el gol, ya que el ex Independiente metió uno solo en los últimos 32 partidos (el 11/11/23 ante Central en Rosario) y el zurdo no festeja desde el 11 de febrero, ante Riestra.
Barco celebra con Nacho Fernández. AFP.
Lógicamente, para Demichelis resulta complejo decidir entre el Diablito, Barco y Nacho. ¿Quién está para ser titular y quién para ingresar desde el banco para desnivelar con el rival cansado? Porque los tres juntos desde el inicio no parecen ser compatibles e incluso podrían generar un desequilibrio en el retroceso, mayor al que sufre River de manera habitual.
No es casual que tanto el Cerebro como Barco hayan estado presentes en los 16 partidos del equipo en 2024 y que apenas hayan sido suplentes en casos excepcionales, sobre todo porque necesitaron descanso. Entonces, parece difícil que se repita lo que pasó ante Central el jueves contra Nacional por la Libertadores y otros duelos decisivos.