En un paso más hacia lo que describen como un “proceso de vaciamiento”, los sindicatos aeronáuticos APA, APLA, APTA y UPSA denunciaron de manera conjunta que la reciente decisión de cancelar la ruta de Aerolíneas Argentinas hacia Nueva York es parte del plan para desguazar la línea de bandera que lleva adelante el Gobierno de Javier Milei.
En un comunicado conjunto, los gremios manifestaron su “profunda preocupación” por el futuro de la aerolínea de bandera y por lo que consideran un retroceso en materia de soberanía aérea y de conectividad de las distintas economías del país. También llamaron la atención sobre la “destrucción del trabajo argentino” para, en el fondo, beneficiar “a empresas extranjeras”.
“Este achicamiento de Aerolíneas Argentinas implica una pérdida de soberanía que tiene efectos concretos en la destrucción de trabajo argentino y en la entrega de la aviación a empresas extranjeras”, afirmaron los sindicatos
Los gremios también hicieron un repaso de las distintas decisiones que tomó el Gobierno en la materia que hacen sospechar de un vaciamiento deliberado de la empresa: “Han levantado destinos nacionales como Reconquista a los que solo va la compañía; han cancelado decenas de rutas federales que conectan a miles de argentinos sin tener que pasar por Buenos Aires”, denunciaron. Además, señalaron que se redujo “la programación de frecuencias de cabotaje y al exterior; y ahora, después de levantar La Habana, cierran otra ruta internacional como Nueva York que Aerolíneas Argentinas ha operado durante años de forma rentable”.
“Los Sindicatos Aeronáuticos Unidos reafirmamos que seguiremos defendiendo a la línea aérea de bandera y luchando por las fuentes laborales para que la actividad aerocomercial sea un motor del desarrollo nacional para todos los argentinos”, agregaron en el texto que lleva las firmas de APA (conducido por Edgardo Llano), APLA (de Pablo Biró), APTA (de Ricardo Cirielli) y UPSA (de Rubén Fernández).
El comunicado subraya que la desaparición de estas rutas no solo implica una merma en el servicio sino también un retroceso en la tradición de una empresa que ha sido “emblema de los cielos argentinos”.