De a poco la localidad de Melincué se va constituyendo en una reserva histórica de la provincia tras los hallazgos arqueológicos de los últimos años. El último fue la demostración (mediante un fechado radiocarbónico) de la existencia de seres humanos en la laguna homónima hace 7 mil años. Hace una semana los investigadores participaron de una experiencia única ya que fueron convocados por la productora indígena Nuvan Peuman de la provincia de La Pampa para filmar una serie de capítulos del programa Rankülche Rüpü para la Televisión Pública Pampeana.
De las investigaciones que se vienen realizando desde hace años participaron Germán Giordano, Belén Molinengo y Fernán García, del Área de Antropología y Paleontología del Museo Provincial de Ciencias Naturales “Dr. Ángel Gallardo”, dependiente del Ministerio de Cultura de la provincia, además de Juan David Ávila y Mariela Gallego, del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Antropología de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario, y el melincuense Armando Senese. Todos ellos respondieron en conjunto una serie de preguntas formuladas por este diario.
¿Qué actividad realizaron en Melincué?
El día sábado 16 de marzo fuimos convocados a la localidad de Melincué por la productora indígena Nuvan Peuman. En el marco de la grabación se llevó a cabo una conferencia de prensa donde, desde el equipo de investigadores anunciamos nuevos avances de los estudios que venimos desarrollando desde 2022 en la laguna.
Ranqueles y querandí, representantes de la Comuna de Melincué y de la Subsecretaría de Identidad y Territorio de Santa Fe, participaron de un programa sobre la ancestralidad ranquel
¿Qué evidencias de asentamientos en la laguna encontraron?
A fines del año pasado, se envió una muestra de material óseo humano al Latyr (Laboratorio de Tritio y Radiocarbono de la Universidad Nacional de La Plata) para obtener un nuevo fechado de los asentamientos de pueblos originarios. Esos restos fueron recuperados en uno de los sitios donde además aparecen restos arqueofaunísiticos, instrumentos líticos tallados y de molienda, y restos de alfarería cerámica.
Los resultados de ese fechado dieron una antigüedad calibrada en 7.000 años antes del presente (AP), ubicando a este asentamiento en el Holoceno Medio. Ya teníamos un fechado anterior que había dado una antigüedad calibrada en 2.000 años AP, lo que nos estaría demostrando que las sociedades humanas estuvieron habitando estos territorios desde hace por lo menos 7.000 años AP y evidenciando la ocupación de este espacio lagunar por miles de años.
Recordemos que el Holoceno es una período geológico que se desarrolló desde el 10000 AP hasta la actualidad y que se caracteriza por condiciones climáticas templadas y húmedas, relacionada con la finalización de las glaciaciones. Se dividen en tres momentos: temprano, medio y tardío en relación cambios climáticos regionales.
¿A qué conclusión arribaron con los descubrimientos en cuanto a la vida animal, vegetal y, obviamente, humana?
Estos avances nos permiten ampliar el rango temporal de ocupación de las sociedades originarias, no solamente en el sur de Santa Fe, sino que se integra con otros resultados regionales de trabajos de colegas que llevan a cabo en el norte de Buenos Aires, este de Córdoba y noreste de La Pampa.
Esto nos lleva a reconocer que en el Campo de Dunas del Centro Pampeano hubo asentamientos desde finales del Holoceno Temprano (alrededor del 9000 AP) que se mantuvieron durante el Holoceno Medio con evidencias en varios sitios como Melincué y se ampliaron en el Holoceno Tardío desde el 2000 AP.
La ocupación de la laguna Melincué durante el Holoceno Medio se evidencia además por la presencia de fauna propia de ambientes semiáridos como el guanaco y el ñandú, así como de especies de humedales, tales como el ciervo de los pantanos y el venado de las pampas. Los análisis arqueofaunísticos registraron un elevado aprovechamiento de la fauna para consumo.
Además, se identificaron especies de mamíferos extintos, como el último gran armadillo que convivió con los humanos en el Holoceno, que corroboraría la coexistencia de esta fauna con las sociedades cazadoras-recolectoras durante las diferentes ocupaciones en el paisaje. La presencia en el registro arqueológico de fauna que hoy se halla extirpada y extinta evidencia el dinamismo ambiental y las oscilaciones climáticas que sufrió el área durante el Holoceno.
Los artefactos líticos tallados recuperados en Melincué fueron identificados como instrumentos: raspadores, raederas, perforadores, cuchillos y puntas de proyectil, algunos de ellos con filos reactivados y/o agotados, así como desechos de esa actividad, en su mayoría sobre ortocuarcita, ftanita, dolomía silicificada, cuarzo y otras rocas silíceas. Se podría determinar como posibles lugares de obtención de estas rocas los Sistemas Serranos de Tandilia y Ventania, afloramientos que se localizan a más de 300 kilómetros de la laguna.
Por otro lado, para el Holoceno Tardío, las poblaciones indígenas desarrollaron la tecnología cerámica para la confección de vasijas y contenedores. Aparecen en Melincué fragmentos de cuerpos de vasijas, así como de bordes y bases de las mismas. La tecnología utilizada para su confección era similar a la presente en otros sitios del Sur santafesino, con formas muy variadas, donde las superficies de las vasijas estaban alisadas sin decoración en su mayoría. Los contenedores decorados presentan incisiones en la superficie externa que forman motivos lineales o grecas.
Aparecieron en el entorno a la laguna de Melincué fragmentos de cuerpos de vasijas, así como de bordes y bases de las mismas.
Otras evidencias características del Holoceno Tardío son las industrias líticas no solo de artefactos e instrumentos tallados, sino que tuvieron gran importancia los artefactos manufacturados por picado, pulido y abrasión, como los molinos, morteros y sus manos de piedra.
La presencia de estos recursos líticos alóctonos nos permite inferir las prácticas tecnológicas y las estrategias sociales empleadas por estas sociedades y su vinculación con otros grupos que estaban asentados en distintas áreas de la región pampeana y de otras áreas aledañas, dadas las grandes distancias entre la laguna Melincué y las fuentes de obtención de estos recursos. Seguramente intercambiaron y circularon información no sólo sobre las rocas, sobre los distintos aspectos y saberes de la manufactura cerámica, por ejemplo; sino también interacciones sociales así como relaciones de parentesco.
¿Qué importancia tiene lo que ustedes descubrieron?
Como veníamos diciendo la relevancia de los nuevos datos cronológicos de los asentamientos ancestrales de pueblos originarios que datan de 7000, posicionan a Melincué como uno de los sitios de presencia humana más antiguo en Santa Fe, junto a la laguna El Doce (San Eduardo) con 8.300 años.
Estas ocupaciones milenarias nos permiten comenzar a relatar y reescribir información sobre la importancia de las lagunas como lugares sagrados y estratégicos para el asentamiento de las poblaciones humanas en el Campo de Dunas del Centro Pampeano, en el norte de la región pampeana.