Gobiernos del mundo discuten la crisis de Haití

La situación en Haití, asolada por bandas criminales, fue tratada en una reunión de crisis en Jamaica, después de la evacuación el fin de semana de diplomáticos europeos y estadounidenses de Puerto Príncipe, ante el aumento de la violencia pandillera. 

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó a Kingston para participar en el encuentro convocado por la Comunidad del Caribe (Caricom), que invitó también a representantes de Francia, Canadá y la ONU. “Esperamos lograr avances”, dijo Blinken al reunirse con el primer ministro jamaiquino, Andrew Holness. Este es un “momento crítico para Haití y también para todos nosotros”, añadió. 

Según su portavoz, el secretario de Estado estudiará los esfuerzos para “acelerar una transición” con el “establecimiento de una presidencia colegiada” en Haití, y abordará el despliegue de una misión internacional de seguridad. El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el lunes unas “negociaciones serias” a los actores políticos haitianos para “restablecer las instituciones democráticas”.  

Evacuación de embajadas

Puerto Príncipe vive sometida a bandas armadas que exigen, al igual que parte de la población, la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.  En el caos que impera en la capital, las fuerzas de seguridad arrebataron el control del puerto a las pandillas durante el fin de semana, informó el director de la Autoridad Portuaria Nacional, Jocelin Villier. Varios barcos descargaron containers, pero sigue siendo un desafío sacar los productos y alimentos fuera del puerto, ya que las carreteras principales son inseguras, añadió. 

Las pandillas llevan días atacando lugares estratégicos como el palacio presidencial, las comisarías y las prisiones. En este contexto la Unión Europea evacuó a todos sus empleados en Puerto Príncipe hacia “un lugar más seguro fuera del país”, indicó este lunes Peter Stano, portavoz del jefe de la diplomacia del bloque comunitario, Josep Borrell. 

La misión diplomática alemana anunció una medida similar el domingo: el envío de su embajador a la vecina República Dominicana “hasta nuevo aviso”. Y los estadounidenses evacuaron en helicóptero a su personal diplomático no esencial de la capital, el sábado por la noche.

“Sitiada”

Hace una semana, las autoridades haitianas declararon el estado de emergencia y el toque de queda nocturno, en el departamento del Oeste –que incluye la capital– al empeorar la seguridad en Puerto Príncipe. Las fuerzas de seguridad no controlan, sin embargo, este territorio, sometido en gran parte a los grupos armados. Y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) califica a Puerto Príncipe de “ciudad sitiada”. 

Ya a fines de 2023 el Consejo de Seguridad de la ONU había acordado el envío de una misión internacional dirigida por Kenia para apoyar a la policía haitiana, pero su despliegue se hace esperar. El primer ministro haitiano, que firmó a principios de marzo en Nairobi un acuerdo para el despliegue de policías kenianos, no ha podido regresar a su país desde entonces. 

Henry permanece en Puerto Rico desde el martes tras no lograr aterrizar en Puerto Príncipe por la violencia en el aeropuerto, y después de que República Dominicana le negara la entrada.  El dirigente, nombrado por el presidente Jovenel Moïse justo antes de su asesinato en julio de 2021, debería haber dejado el cargo a principios de febrero, pero se ha negado a hacerlo. 

“Hoy no debemos contar con las autoridades que han fracasado y que no viven en Haití”, declaró el sindicato policial SPNH-17 en un comunicado. “Debemos movilizarnos para defender nuestro país e impedirles destruir lo poco que nos queda”, añadió. 

Oficinas cerradas

En la capital, las oficinas públicas y las escuelas llevan días cerradas, y el aeropuerto está paralizado. Los hospitales, objetivo de las bandas, tampoco pueden funcionar con normalidad en el país más pobre de América. Según la OIM, 362.000 personas -más de la mitad de ellas niños- están actualmente desplazadas en Haití, una cifra que ha aumentado un 15 por ciento desde principios de año.

En una de las pocas buenas noticias de los últimos días, una congregación católica anunció el domingo la liberación de cinco personas secuestradas en febrero en Puerto Príncipe, entre ellas cuatro religiosos. Esa institución pidió la liberación de otros dos religiosos secuestrados.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunció este lunes en Jamaica que su país va a aumentar su ayuda a la misión multinacional que está previsto se despliegue en Haití, a 300 millones de dólares. Así lo informó en una rueda de prensa tras la reunión de alto nivel convocada por la Comunidad del Caribe (Caricom) sobre Haití, en la que insistió en que, debido a la escalada de la violencia en el país caribeño, esa misión multinacional es “más importante que nunca”.

El Gobierno de Estados Unidos había decidido previamente aportar dos partidas de 100 millones de dólares cada una, procedentes del Departamento de Estado y del de Defensa, y ahora va a doblar la segunda. Blinken anunció asimismo una ayuda humanitaria adicional de 33 millones de dólares para apoyar la salud y la seguridad alimentaria en Haití. Sobre la misión multinacional, autorizada por la ONU, el secretario de Estado estadounidense aseguró que hay “un compromiso colectivo” para que su despliegue sea “lo más rápido posible”.

En la rueda de prensa, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, y el presidente de turno de Caricom y mandatario de Guyana, Irfaan Ali, hicieron hincapié en la necesidad de desplegar esa fuerza multinacional para restaurar la seguridad en Haití y permitir así que se celebren elecciones.

El presidente de Guyana, presidente actual de la Comunidad del Caribe (Caricom), se mostró este lunes “optimista” sobre la posibilidad de alcanzar una solución política en Haití. “Estoy muy confiado en el hecho de que hayamos encontrado puntos en común y un camino gracias al cual podemos apoyar una solución liderada por los haitianos”, declaró Irfaan Ali.