El gobierno de Haití extendió este jueves por un mes el estado de emergencia en la capital, Puerto Príncipe, en plena ola de violencia criminal en el empobrecido país caribeño. La medida afecta a todo el departamento del Oeste, que incluye a Puerto Príncipe, e irá acompañada hasta el lunes de un toque de queda entre las 18 y las 05 horas locales. Un influyente líder pandillero, Jimmy Chérizier, advirtió el martes que si el primer ministro Ariel Henry no renuncia, el país se dirigirá hacia “una guerra civil que conducirá al genocidio”.
Emergencia para “restablecer el orden”
En un decreto firmado por el primer ministro interino, Patrick Michel Boivert, se detalla que el estado de emergencia regirá desde este 7 de marzo hasta el 3 de abril. El objetivo de esta medida es “restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas a fin de retomar el control de la situación”, agrega el texto.
El miércoles por la noche bandas criminales incendiaron un nuevo cuartel de policía en Bas-Peu-de-Chose, un barrio de Puerto Príncipe que sufre con frecuencia ataques por parte de las pandillas. Según un recuento de Synapoha, desde que empezaron los ataques coordinados de las bandas, 10 sedes policiales fueron destruidas y dos cárceles atacadas y vaciadas de detenidos. El operador del mayor puerto de Haití, situado en la capital, anunció la suspensión de sus actividades por los “recientes disturbios”.
¿Dónde está el primer ministro?
Ariel Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021, debía renunciar en febrero pero selló un acuerdo con la oposición hasta que haya nuevas elecciones. El primer ministro está en Puerto Rico desde el martes, tras un intento fallido de volver a Haití y de intentar aterrizar en la República Dominicana, que le negó la entrada a su avión.
Henry había viajado a Kenia para acordar con el gobierno de ese país africano el despliegue de una misión policial multinacional respaldada por la ONU. Pero no pudo volver porque la terminal aérea de la capital haitiana sufrió varios ataques y es un área de disturbios. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, habló este jueves con el primer ministro para pedirle una transición política “urgente”.
Con las oficinas de la administración pública y las escuelas cerradas, muchos residentes intentan escapar de la violencia con sus pocas pertenencias bajo el brazo, mientras que otros se aventuran a salir sólo para comprar lo esencial. Los disturbios desde el jueves pasado llevaron a al menos 15 mil personas a huir de las zonas más afectadas de Puerto Príncipe, según la ONU, que empezó a repartir comida y productos de primera necesidad.
Este jueves la ONU alertó que el sistema de salud de Haití está cerca de colapsar. “Muchas instalaciones sanitarias están cerradas o tuvieron que reducir drásticamente sus operaciones debido a una preocupante escasez de medicamentos y a la ausencia de personal médico”, indicó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Para la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), la violencia en la capital de Haití alcanzó “niveles extremos provocando una explosión en el número de víctimas”.
La amenaza de “Barbecue”
Con su arma automática colgada al hombro, Jimmy “Barbecue” Chérizier, un expolicía que encabeza una de las pandillas más poderosas de Haití, está detrás de la escalada de violencia de los últimos días en el país caribeño. “O Haití se convierte en un paraíso para todos o será un infierno para todos”, declaró Chérizier en las últimas horas.
Los grupos armados de Haití, que suelen estar divididos y luchan por extender sus territorios respectivos, anunciaron la semana pasada que unían sus fuerzas contra el gobierno. “No se trata de que un pequeño grupo de ricos que viven en grandes hoteles decidan el destino de los habitantes de los barrios populares”, declaró Chérizier el martes ante la prensa, y amenazó con una “guerra civil” si el primer ministro Henry no renuncia.