La noticia impulsó con fuerza a las bolsas de Shanghái y Shenzhen, que cerraron con ganancias tras haber tocado mínimos de 2019. Aseguran que el líder del gobierno citó a los reguladores para tratar la crisis
Las autoridades chinas han intervenido para tratar de atajar las fuertes caídas que arrastran a los principales mercados chinos desde que comenzó el año, con los fondos estatales comprando acciones y los reguladores anunciando medidas para evitar desplomes como el de 2015.
Además, el propio presidente del país, Xi Jinping, se reuniría hoy con los principales reguladores para debatir sobre el estado de los mercados y las medidas propuestas para apuntalarlo antes de la época festiva del Año Nuevo Lunar, según fuentes citadas por Bloomberg.
La noticia impulsó con fuerza a los dos principales mercados de la China continental, Shanghái y Shenzhen, que cerraron con ganancias del 3,23 % y el 6,22 %, respectivamente, tras haber tocado mínimos de 2019, mientras que Hong Kong también subía con fuerza: un 4,04 %.
Desde sus últimos picos en 2021, los mercados chinos han perdido unos 7 billones de dólares en valor ante la ralentización de la economía, una recuperación pospandémica peor de lo esperado, la falta de confianza en el seno de empresas y consumidores, la amenaza de la deflación, las tensiones geopolíticas o la crisis en un mercado inmobiliario que parece no tocar fondo.
Según estimaciones de Goldman Sachs citadas por el diario hongkonés South China Morning Post, el banco central, compañías estatales o el fondo soberano compraron más unos 9.800 millones de dólares en acciones locales el pasado mes.
Este martes, el fondo estatal Central Huijin Investment aseguró que había aumentado sus compras de fondos cotizados vinculados a índices bursátiles para ayudar a mantener la estabilidad del mercado.
Y, recientemente, la comisión reguladora del mercado de valores anunció diversas medidas como la suspensión de los préstamos de acciones restringidas para tratar de impedir las ventas en corto.
También anunció directrices para limitar las ventas forzadas por situaciones de ‘margin call’, que se dan cuando el inversor está cerca de quedarse sin fondos para cubrir su posición y el ‘bróker’ -por ejemplo, un banco- que ha prestado fondos para acometer la inversión exige un mayor desembolso para mantenerla y así evitar su cierre automático.
En los últimos meses, los fondos globales parecen poco optimistas sobre la situación en los mercados chinos, retirando de ellos hasta 201.000 millones de yuanes (28.274 millones de dólares, 26.292 millones de euros) en medio año, una cifra récord, según South China Morning Post.
Lo que los reguladores tratan ahora de evitar es que los mercados chinos entren en una crisis como la de 2015, cuando cayeron más de un 40 % tan solo entre junio y agosto, el equivalente a una pérdida de unos 5.000 millones de dólares.
En aquella ocasión, el precio de las acciones tardó meses en tocar fondo y el pico que alcanzó posteriormente fue sensiblemente inferior al de 2015.