El ex presidente Mauricio Macri se organizó su propio operativo clamor para ser presidente del PRO. En rápida sucesión, un grupo de diputados y senadores y la gran mayoría de los jefes provinciales del partido pidieron que él se presente. Ese mismo grupo había presionado a Patricia Bullrich para que convoque velozmente a elecciones. Con estas iniciativas, Macri buscó primerear a su ex lugarteniente para que no pueda designar un sucesor. De todas formas, los adláteres del ex mandatario consideran que van a terminar llegando a algún acuerdo con la ministra de Seguridad. Mientras, es un misterio qué hará Horacio Rodríguez Larreta. ¿Alguien se animará a competirle a Macri?
Por ahora ninguno de los otros sectores del PRO (ni el bullrichismo, ni el larretismo) reaccionó ante la jugada del ex presidente, que coincidió con la semana en la que Macri concretaría su regreso de las vacaciones (aunque, tratándose de Macri, siempre se pueden extender). Los tiempos son exiguos: el 6 de febrero vence el plazo para la presentación de listas.
Primera carta
La primera carta reunió a veinte jefes del PRO provinciales para comenzar el operativo clamor para que Macri sea nuevamente presidente, pero esta vez de su partido. “Consideramos que Mauricio Macri es la persona indicada para llevar adelante este proceso de unidad. Su experiencia, liderazgo y visión son fundamentales para fortalecer el espacio y que el PRO siga siendo un actor protagónico en la escena política de nuestro país”, dice la misiva.
“Estamos convencidos de que necesitamos fortalecer el partido, potenciarlo como un espacio político que represente las demandas de los argentinos y sobre todo, seguir trabajando por la unidad. Sabemos que la diversidad de opiniones enriquece y queremos fomentar un diálogo abierto, constructivo y federal, trabajando en la generación de consensos necesarios para enfrentar los desafíos que tenemos como sociedad”, señalaron sobre la división del PRO en tres espacios muy marcados. “En el marco de la renovación de autoridades, ponderamos al federalismo como parte esencial de este proceso y consideramos clave la presencia de los líderes del interior en el Consejo Nacional, acompañando a la presidencia en la conducción y dándoles vida a las secretarías desde los territorios que representamos”, afirmaron.
La nota fue firmada por los presidentes provinciales del PRO Carlos Molina (Catamarca), Ernesto Blasco (Chaco), Oscar Agost Carreño (Córdoba), Damián Garavano (Corrientes), Eduardo Caminal (Entre Ríos), Enrique Ramírez (Formosa), Luciano Angelini (Jujuy), Enrique Juan (La Pampa), Julio Sahad (La Rioja), Horacio Loreiro (Misiones), Marcelo Bermúdez (Neuquén), Aníbal Tortoriello (Río Negro), Enzo Cornejo (San Juan), Gabriela González Riollo (San Luis), Cristian Cunha (Santa Fe), Gabriel Santillán (Santiago del Estero), además de los dirigentes Álvaro Martínez (Mendoza), Inés Liendo (Salta), Héctor “Tito” Stefani (Tierra del Fuego) y Mariano Malmierca (Tucumán).
Los nombres son interesantes también por quienes faltan: no están los titulares partidarios de la Ciudad de Buenos Aires -el gran bastión del PRO bajo control larretista-, ni tampoco Chubut, comandado por Ignacio “Nacho” Torres. Tampoco está la provincia de Buenos Aires, donde el PRO es presidido por Daniela Reich, senadora provincial y esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Un mapa de los acuerdos que le falta hacer a Macri.
Segunda carta
Pero unas horas más tarde, se conoció una segunda carta, de senadores y diputados del PRO. Dice: “Mauricio Macri sigue liderando la vocación de cambio de muchos en la Argentina. Los nuevos liderazgos territoriales, gobernadores, jefe de gobierno, intendentes, legisladores nacionales y provinciales y concejales han dado muestra del valor de la transformación y el cambio. Ante la renovación de autoridades, nuestro partido debe reflejar estos liderazgos. Por todo ello alentamos y damos nuestro apoyo a Mauricio Macri para la presidencia del PRO”, indicaron. “Debemos volver a ser un espacio transformador y disponernos a cambiar la realidad para impactar en cada argentino, mejorando la calidad de vida”, plantearon.
Lo firmaron los macristas paladar negro José Torello, Fulvio Pompeo, Fernando De Andreis, Pablo Clusellas y Hernán Lombardi, pero también funcionarios porteños como Gabino Tapia además de una serie de ex ministros como Guillermo Dietrich, Jorge Triaca, Esteban Bullrich, Alejandro Finocchiaro. Se sumaron un grupo de legisladores y dirigentes como Luciano Laspina, Humberto Schiavoni, Mauricio Devoto, Pablo Torello, Pedro Roulet, Carlos Alberdi, Jorge Enríquez, Diego Guelar, Julián Obiglio, entre otros.
Las dos movidas tuvieron detrás, sobre todo, la presencia del jefe de la bancada del PRO en Diputados, Cristian Ritondo. El jefe del gobierno porteño, Jorge Macri, también aportó lo suyo para conseguir el operativo clamor. “La movida también viene del interior. Necesitamos una figura fuerte frente al partido”, indicaron a este diario desde la cúpula del PRO.
Desde el bullrichismo, prefirieron no hacer comentarios, lo mismo que en el larretismo. No es un secreto que Bullrich está distanciada de Macri y que preferiría que no sea él quien asuma la conducción del partido. El tema es ahora quién lo para.