Alemania suspende los fondos públicos a un pequeño partido neonazi


El Tribunal Constitucional alemán ordenó este martes suspender durante seis años la financiación pública a un pequeño partido neonazi.

Esta medida abre la vía a una medida similar para la principal formación de extrema derecha del país, Alternativa para Alemania (AfD), que a su vez es cuestionada luego de que se conociera que algunos de sus miembros hablaron de la expulsión masiva de personas extranjeras en una reunión secreta celebrada días atrás.
El Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD), que pasó a llamarse el año pasado “Die Heimat” (La patria), tiene “una actitud racista, especialmente antimusulmana, antisemita y antigitana” contraria a los principios constitucionales de Alemania, señalaron los jueces en su fallo.

Aunque tiene poco peso político, con unos 3 mil miembros, según datos oficiales, la formación dispone de una red nacional, a través de una organización de juventudes nacionalistas o de asociaciones a nivel local, a través de la que busca expandir una ideología neonazi con fuerte oposición a sectores minoritarios de la sociedad tales como musulmanes, gitanos y judíos, precisa el tribunal.

El partido organiza encuentros, fiestas populares o excursiones para transmitir su ideología racista. Cualquier partido en Alemania que obtiene al menos 0,5 por ciento de los votos en elecciones nacionales o europeas, o 1 por ciento en los comicios regionales, recibe dinero público. Ya no será el caso de NPD, aunque sí seguirá beneficiándose de ventajas fiscales.

El partido fue fundado el 28 de noviembre de 1964 en la ciudad de Hannover. Desde su creación, se lo describió como el “mayor partido neonazi” desde 1945, por su clara orientación cercana al neonazismo, neofascismo y la extrema derecha.

Durante sus primeros años, el NDP, experimentó una gran ola de popularidad, obteniendo representación en varios parlamentos estatales de la por entonces Alemania Occidental. Tras la reunificación alemana, el NPD se volvió muy fuerte en los estados orientales, llegando incluso a tener representación parlamentaria en dos de ellos.

El veredicto anunciado por el Tribunal Constitucional tendrá repercusiones a la hora de debatir si se puede utilizar esta medida jurídica para frenar a AfD, el gran partido de extrema derecha.

La formación está en el centro de la polémica después de que saliera a la luz que varios de sus miembros hablaron de la expulsión masiva de personas extranjeras en una reunión secreta con neonazis celebrada cerca de Berlín.

Estas revelaciones han conmocionado al país, donde desde entonces han tenido lugar multitudinarias manifestaciones contra AfD.

Las protestas cuentan en muchos casos con el apoyo del Partido Socialdemócrata (SPD), del canciller Olaf Scholz, así como de Los Verdes, el Partido La Izquierda, iglesias y sindicatos, así como instituciones culturales y clubes de fútbol.

Scholz utilizó Twitter para agradecer a los manifestantes que se levantaron “contra el racismo, el discurso del odio y a favor de nuestra democracia liberal”. Añadió que “eso nos da valor y demuestra que los demócratas somos muchos, muchos más que los que quieren dividir”.