El presidente Javier Milei puso como meta para la inflación de enero un 25 por ciento, como el aumento registrado por el Indec en diciembre, y aseguró que sería un “buen dato”, al considerar que se trataría del “incio de un camino descendente”. Y analizó su primer mes de gobierno: “Viene acorde a lo que nosotros teníamos pensado. Nada de lo que está pasando nos sorprende”.
Con precios por los nubes y sin haber convocado siquiera al Consejo del Salario Mínimo, Milei sostuvo que “el problema es que los salarios en Argentina son muy bajos”, al tiempo que criticó el paro convocado por la CGT y todo el arco sindical y popular para el 24 al calificarlo como “la Argentina que se quiere quedar en el pasado”.
La inflación de diciembre, tras la megadevaluación anunciada por el ministro Luis Caputo, trepó a los niveles más altos registrados desde antes de la convertibilidad; pero el Presidente insistió en que si en enero la cifra está por debajo de ese 25 por ciento “sería todo para festejar”, algo similar a cuando pidió “sacar en andas” a Caputo por una suba de precios menor al 30 por ciento en el primer mes de gestión.
El mandatario, en diálogo con Ari Paluch en Rock and Pop, no le echó la culpa de la caída del poder adquisitivo a los altísimos niveles de inflación, fogoneadas por la devaluación del 120 por ciento y la ausencia de controles por parte del Gobierno, sino que sostuvo que “el problema es que los salarios en Argentina son muy bajos”. En este punto, Milei también se desentendió del rol de Poder Ejecutivo –que decidió no convocar al Consejo del Salario Mínimo, en respuesta a las protestas de la CGT– y señaló que la culpa es los “procesos populistas”.
Según Milei, los gobiernos peronistas “exacerbaron el consumo” y eso provocó que “no tengas ahorro, castigues la inversión y no tengas productividad. Cuando no tenes productividad, eso hace que los salarios sean miserables”.
“En Argentina los salarios deberían ser 12 veces mayores a lo que son”, soltó Milei sin argumentar por qué el mercado, sin intervención estatal, incrementaría los salarios de esa forma. El argumento del mandatario volvió a ser que durante los años de convertivilidad menemista los trabajadores recibían 1800 dólares por mes, una mentira que sostiene desde la campaña y que volvió a pasar sin filtro en la entrevista radial.
Milei también volvió a forzar la realidad al hablar de un cálculo exponencial que ubicaba la inflación “plantada” de un 15 mil por ciento –se apoyó en la cifra de inflación de los precios mayoristas que arrojó un 45 por ciento en diciembre, según el INDEC– para celebrar la política de “frenar la maquinita de emisión de dinero”, con la que sacó plata del bolsillo de la gente para “no convalidar los precios”.
En medio de la escalada de precios, Milei dijo que el FMI les reconoció la política social y dijo que se mejoró “la situación de los más vulnerables aumentado AUH y el Plan Alimentar”, a pesar de que el incremento fue mucho menor a la inflación registrada. En ese sentido, Milei tuvo que responder también por los reclamos de los comedores populares en los que no están llegando los alimentos que debería destinar el Ministerio de Capital Humano. “Debe ser por una descordinación”, dijo.
El paro del 24 y la defensa del shock
En la previa del paro convocado por la CGT y acompañado por las dos CTA, los partidos de izquierda y los movimientos sociales y de la economía popular, el mandatario sostuvo que ese día “va a demostrar que hay dos Argentinas: la que se quiere quedar en el pasado y la que quiere el modelo que quiere ser un país desarrollado”
En la previa de lo que se espera que sea una masiva movilización contra el DNU y la Ley Ómnibus, Milei insistió con consignas de campaña: “Cuando vos ves el impacto de las reformas del DNU, eso haría que Argentina se pareciera a un país como Alemania”.
Respecto de la Ley Ómnibus, el presidente no se mostró abierto ni siquiera a aceptar los críticas del capítulo del cine, que este fin de semana fue criticado hasta por Adrían Suar en la mesa de Mirtha Legrand. “Vos podes discrepar, pero no mentirle a la gente. En esa mesa viven de privilegio, en esa mesa no están los desnutridos”, respondió con chicanas el jefe de Estado y repitió que “no hay plata”
“Va a ser tratada el jueves en el recinto, tengo entendido”, confió Milei en medio de las negociaciones con la oposición amigable para obtener un dictamen.
Cepo y dólar
En tren de defender sus posiciones, Milei volvió a marcar el camino a la dolarización: “Nosotros vamos a estabilizar la economía, a partir de ese momento vamos a librar el mercado de cambio”. Mientras tanto, tras terminar con el sistema de permisos a las importaciones, Milei negó los problemas que existen para acceder a los dólares para las importaciones.
“El objetivo del déficit cero es no negociable”, sostuvo Milei al responder el impacto que tendrá la recesión económica y marcar que no cambiará la política económica a pesar del rumbo de la producción y los niveles de consumo.
En cuánto al rebote de los dólares paralelos que volvió a agrandar la brecha con el oficial, Milei argumentó que “había bajado muy rápido” y echó culpas a “los políticos, que por defender sus intereses y tongos, están dispuestos a que la Argentina estalle”.
Milei respondió también sobre los funcionarios de las gestión de Sergio Massa que quedaron dentro de su equipo de gobierno, como Flavia Royón en Minería y Marco Lavagna en el Indec. “La política que estamos haciendo nosotros no tiene nada que ver con la de Massa. No se iba a eliminar todo, porque si no el Estado se vuelve un monstruo inmanejable”, respondió.