El líder de la oposición de Corea del Sur, Lee Jae-myung, estaba en cuidados intensivos tras ser apuñalado el martes en el cuello por un hombre que se hizo pasar por un simpatizante. Lee, dirigente del Partido Democrático y excandidato presidencial, estaba rodeado por periodistas en la ciudad portuaria de Busan cuando el atacante lo apuñaló.
El agresor había pedido un autógrafo
El ataque le provocó heridas en el lado izquierdo del cuello, informó el oficial de la policía de Busan, Son Je-han, en una rueda de prensa. El agresor, un hombre de cerca de 60 años que portaba un lema a favor de Lee, fue detenido en el lugar.
Un testigo, Jin Jeong-hwa, declaró a la cadena de televisión YTN que el atacante se acercó a Lee, le dijo que era un seguidor y que quería un autógrafo, de repente, sacó un arma punzocortante y lo apuñaló en el cuello. El testigo afirmó que Lee sangró mucho.
Tras el ataque, Lee cayó al suelo y fue asistido por varias personas, entre ellas por una que que se ocupó de presionar su cuello con un pañuelo para detener la sangre que salía debido al impacto de la agresión, antes de ser estabilizado y trasladado a un hospital cercano. Según comunicó la agencia de noticias surcoreana Yonhap, al momento del traslado, el hombre de 59 años seguía consciente pero con una gran hemorragia.
Después de recibir atención de urgencia en el Hospital de la Universidad de Nacional de Pusan, Lee ha sido trasladado en helicóptero a la capital para ser intervenido en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl, según fuentes del PD citadas por Yonhap. La operación duró dos horas, informaron las fuentes.
Un cuchillo comprado en internet
“Se confirmó que tiene lesiones en la vena yugular interna”, indicó a la prensa Kwon Chil-seung, miembro del partido de Lee. “Lee está ingresado actualmente en la unidad de cuidados intensivos y se está recuperando”, añadió. La policía informó que el atacante “usó un cuchillo de 18 centímetros, con un filo de 13 centímetros, que compró por internet”.
Las imágenes de la televisión muestran a un hombre que se abalanza sobre Lee y lo ataca. Después se ve al político en el suelo siendo socorrido por una persona, antes de ser atendido en una ambulancia.
Las autoridades surcoreanas presentarán cargos por intento de asesinato contra el atacante, informó la agencia de noticias Yonhap. El agresor dijo a la policía que su intención fue matar a Lee, según la agencia.
Desde el hospital, Kwon Chil-seung, miembro del partido de Lee, calificó los hechos como “una grave amenaza para la democracia” y pidió una investigación “exhaustiva”. Varios políticos surcoreanos de alto perfil han sido agredidos en público en los últimos años.
Repudio
Tanto el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, como el líder del gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), Han Dong-hoon, han condenado con dureza el ataque y han pedido que se investigue a fondo lo sucedido.
Yoon expresó su “preocupación” por el estado de Lee tras el ataque, dijo la portavoz del mandatario, Kim Soo-kyung. “Yoon destacó que nuestra sociedad no debe tolerar nunca este tipo de actos de violencia, bajo ninguna circunstancia”, afirmó la vocera.
Origen obrero
Lee es un político con orígenes obreros que ganó gran popularidad con su historia de superación, después de haberse recuperado de un accidente en una fábrica donde trabajó cuando era adolescente y que le dejó secuelas de por vida. Después, logró estudiar derecho y entró en la política en 2010.
Lee perdió las elecciones presidenciales de 2022 contra el conservador Yoon Suk Yeol en una de las contiendas más reñidas de la historia del país. Lee, líder del Partido Demócrata de Corea, de centroizquierda, quedó a menos del 1% en las últimas elecciones presidenciales de 2022. Consiguió el 47,83% frente al 48,56% que alcanzó el triunfador y actual presidente, Yoon Suk-yeol, de 63 años y del derechista Partido del Poder Popular.
Lee, actual diputado, es una figura que despierta encendidas adhesiones, pero también marcadas críticas. Sus partidarios lo ven como un héroe anti-élite capaz de reformar la política, erradicar la corrupción y resolver la creciente desigualdad económica. Sus críticos lo ven como un populista peligroso que exacerba las divisiones y sataniza a sus oponentes conservadores.
Durante la campaña presidencial varios escándalos de corrupción que datan de cuando fue alcalde de Seongnam (2010-2018), ciudad en las afueras de Seúl, y gobernador de Gyeonggi (2018-2021), la provincia más poblada del país, complicaron sus opciones. Sin embargo sigue siendo un político popular, según las últimas encuestas. Sus seguidores esperan que se postule en las próximas elecciones generales que tendrán lugar en abril de 2024, y en las presidenciales de 2027.