Dos meses después de que la causa que lo investigó por los secuestros y las torturas que sufrieron trabajadores de Mercedes Benz durante la última dictadura quedara en las puertas del juicio oral y público, la defensa del exgerente de Producción de la automotriz Juan Ronaldo Tasselkraut tiene una nueva oportunidad para seguir dilatando la situación. Será este miércoles, cuando la Cámara Federal de San Martín trate la apelación con la que intentó frenar la llegada del debate. Sobrevivientes y familiares de víctimas de la empresa y de Campo de Mayo concentrarán en la puerta de los tribunales.
“Tasselkraut, con todos los derechos que le garantiza nuestro sistema judicial y que los genocidas no garantizaron a nuestros compañeros, sigue interponiendo recursos para lograr su impunidad”, advirtieron desde la Asociación de Sobrevivientes, Familiares y Compañeros de Campo de Mayo en el texto con el que convocan a manifestarse en las puertas de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín desde las 10 de este miércoles.
Para entonces está citada la audiencia en la que los jueces oirán las razones por las que Tasselkraut y su abogado Jorge Valerga Aároz -exjuez del Juicio a las Juntas- consideran que debe ser anulada la elevación a juicio del exgerente de Mercedes Benz por crímenes de lesa humanidad contra parte de la planta de trabajadores.
Luego de que la Cámara de Casación confirmara el procesamiento del exgerente de Producción, en octubre pasado, la jueza federal de San Martín Alicia Vence ordenó que Tasselkraut fuera juzgado por 2 de los 17 secuestros de trabajadores de Mercedes Benz que cayeron en manos del genocidio de la última dictadura: los de Héctor Ratto y Diego Nuñez. Héctor sobrevivió, Diego continúa desaparecido.
El colectivo de derechos humanos vinculado con las víctimas de los centros clandestinos que funcionaron en la zona norte del gran Buenos Aires, además de los extrabajadores de Mercedes y las querellas en el juicio, consideran que la maniobra es una estrategia para atrasar el proceso judicial.
“Deberemos presionar para que por fin se pueda juzgar a este genocida empresarial que entregó a nuestros compañeros a la patota militar y se ufanó de haber donado en nombre de la Mercedes Benz instrumental para una maternidad inexistente en el hospital de Campo de Mayo”, puntualizaron desde la Asociación. “Tenemos que ser muchos, todos los que quieran sumarse contra la impunidad del poder económico” en la manifestación a la que citan en la puerta de la Cámara, completó Aldo Getino, integrante de ese colectivo.
“Es una nueva maniobra dilatoria de la defensa, meter planteos y planteos cada vez que hay un movimiento en la causa. Esperemos que éste sea el último. Pase lo que pase, la causa tendría que ser elevada al tribunal oral”, planteó Pablo Llonto, abogado de las víctimas. Ratto englobó la situación en la dinámica política: “Ya van 38 años desde que hice la primera denuncia, y han pasado distintos gobiernos, más y menos interesados con los derechos humanos, pero ninguno se le anima a responsabilizar a las empresas, y mucho menos cuando son multinacionales. Hay que dar la pelea de todas maneras”, dijo a Página/12.
Tasselkraut logró durante muchos años esquivar la atención de la Justicia. Después de incansables intentos de querellas y fiscales, la jueza Vence lo citó a indagatoria para que explicara qué supo y qué hizo cuando se produjeron los secuestros de una veintena de trabajadores de la automotriz de la que él era gerente de Producción. El testimonio de Ratto lo involucra directamente ya que lo ubica negociando con la patota que se lo llevó desde la fábrica en González Catán, provincia de Buenos Aires. Aquel paso procesal sucedió a principios de 2022, tras el cual Vence lo sobreseyó. Idas y venidas motorizadas por apelaciones culminaron con la elevación a juicio de dos casos de secuestro y torturas, que ahora vuelven a ser discutidas.