La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, llegó este lunes de visita a Gaza, donde denunció que “el sufrimiento de la población es intolerable” y exigió que los rehenes aún cautivos en la Franja sean liberados. “Reitero nuestro llamamiento urgente para que se proteja a los civiles de conformidad con las leyes de la guerra y para que la ayuda humanitaria entre sin obstáculos”, dijo la jefa del CICR.
Según el CICR, su viaje a Gaza tiene como objetivo “avanzar en los esfuerzos para aliviar el gran costo humanitario que el conflicto actual está haciendo pagar a los civiles”. Spoljaric se reunirá con el equipo del CICR en Gaza y visitará el hospital europeo, donde los equipos médicos de la Cruz Roja están llevando a cabo operaciones quirúrgicas junto con el personal sanitario local. Su viaje a la región prevé varias etapas, entre ellas una visita a Israel en las próximas semanas.
En la semana de tregua en la guerra entre Hamas e Israel que duró desde el 24 de noviembre hasta el primero de diciembre, los 105 rehenes israelíes y extranjeros que fueron soltados por Hamas se entregaron a la Cruz Roja, que coordinó su vuelta a Israel a través de Egipto. Ahora, tras romperse el alto el fuego, 122 cautivos que Israel considera que siguen con vida continúan en Gaza, mientras el CICR trabaja para su retorno a Israel.
“Los rehenes deben ser liberados y se debe permitir al CICR visitarlos de manera segura”, dijo Spoljaric. A su vez, mientras Israel sigue con incesantes bombardeos sobre Gaza, la presidenta de la Cruz Roja denunció que el sufrimiento provocado a la población civil en esta guerra “es intolerable”. Casi 15.900 personas murieron en Gaza por ataques israelíes desde el estallido del conflicto el 7 de octubre, cuando Hamas atacó por sorpresa a Israel y mató a más de 1.200 personas.
Como parte de la tregua pasada y el canje de rehenes israelíes por presos palestinos encarcelados por Israel (mujeres y niños por ambas partes), la Cruz Roja también tomó parte en la logística para la liberación de los detenidos desde la cárcel a territorio palestino. Durante todo el período de guerra, la Cruz Roja fue criticada tanto por israelíes como palestinos por distintas razones.
Por un lado se criticó al CICR por no brindar más ayuda ni visitar a los rehenes retenidos por Hamas, mientras que grupos palestinos criticaron por no ejercer presión a Israel para exigir la libertad o mejoras en las condiciones de los presos palestinos. Durante su estancia en Gaza se espera que Spoljaric presione a Hamas y las milicias palestinas para que permitan el acceso de los comités de la Cruz Roja a los rehenes israelíes aún cautivos, un pedido de las familias de los secuestrados.
“Debe permitirse el ingreso irrestricto y constante de asistencia en Gaza. Todas las personas privadas de la libertad deben recibir un trato humano. Los rehenes deben ser liberados, y debe permitirse al CICR visitarlos en condiciones de seguridad”, destacó Spoljaric, quien agregó que la semana pasada “trajo cierto respiro, un destello de humanidad que dio al mundo entero la esperanza de encontrar un camino para reducir el padecimiento”.
Caos en los hospitales del sur
A la par de la Cruz Roja, la Media Luna Roja Palestina presta servicios de ambulancia y otros servicios sanitarios básicos en condiciones extremadamente peligrosas en Gaza desde que se intensificaron los enfrentamientos. En las últimas semanas muchos trabajadores humanitarios y de salud, entre ellos varios miembros de la Sociedad Nacional, murieron trágicamente en el desempeño de sus tareas.
La Media Luna Roja Palestina denunció este lunes la muerte de uno de sus voluntarios durante un bombardeo del Ejército de Israel contra su vivienda en Al Faluga, en el norte de la Franja de Gaza. “El voluntario de la Media Luna Roja Palestina Osama Tayé murió y el empleado Muhamad Abu Rukba resultó herido durante un bombardeo de Al Faluga a las 5:30 horas mientras se encontraban en casa del difunto Osama Tayé”, reza un comunicado de la ONG publicado en su cuenta de la red social X.
Previamente la organización había denunciado un ataque contra dos de sus ambulancias en la zona de Faluya, también en el norte, en el que dos sanitarios y un paciente resultaron heridos mientras se dirigían a un centro de salud. En los hospitales del sur de la Franja de Gaza sigue reinando el caos, con familiares sosteniendo las bolsas de suero de los convalecientes y otros cargando cuerpos para envolverlos en sudarios.
Luego de ocho semanas de guerra, brevemente interrumpidas por una tregua de siete días, los médicos están exhaustos. La falta de combustible y de electricidad, por el asedio total de Israel al estrecho territorio palestino, los obligan a decidir cuándo y en qué unidades utilizar los generadores. Según la ONU “ya ningún hospital del norte está en condiciones de operar”. El CICR transporta cada día a los heridos más graves al sur, donde, también según la ONU, “los 12 hospitales restantes solo funcionan parcialmente”.
El hospital Nasser de Jan Yunes, el principal del sur de Gaza, está saturado. El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró el domingo que no encontraba “palabras suficientemente fuertes” para describir la situación en ese centro médico, que también recibe heridos del norte.