Lo que alguna vez fue Juntos por el Cambio ya está claramente dividido en dos grupos. Por un lado, Mauricio Macri y Patricia Bullrich se mostraron con Javier Milei el día de la victoria. El ex presidente tuvo una larga conversación con el mandatario electo el domingo por la noche, pero todavía no reanudó las conversaciones en relación al gabinete que está formando Milei. Por otro lado, Elisa Carrió ratificó su salida de cualquier conversación con Milei y su paso a la oposición del futuro gobierno. La misma idea tiene Horacio Rodríguez Larreta, según le comentaron a este diario en su entorno. Y los radicales parecen ir por esa senda, salvo algunas excepciones, a pesar de haber difundido un comunicado en el que propuso “cooperación republicana” a Milei para “sumar soluciones” a su gobierno.
Nuevos socios
Después de la charla del domingo, Macri volvió a tener un encuentro con Milei en el Hotel Libertador, donde el presidente electo pasó todo el día reunido con sus equipos. Macri ya le había facilitado información y ayuda para ir comprendiendo como funciona la Casa Rosada, a través del ex secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis.
En el entorno de Macri son reacios a dar nombres de quienes podrían ocupar cargos en un gobierno libertario: Patricia Bullrich mantiene la disposición pero no quiere aparecer peleando por un lugar en el gabinete. Lo mismo pasa con Cristian Ritondo, que bien podría ocupar un lugar en el Ejecutivo o ser presidente de la Cámara baja. Lo que prima es no tirar nombres para que Milei no sienta que lo están presionando y se enoje.
En la otra vereda
Del lado opuesto está Larreta, que por estos días prepara una ceremonia de despedida de sus ocho años de gestión porteña. El jefe de Gobierno está decidido a ser parte de la oposición al gobierno de Milei, en coordinación con sus aliados habituales: Carrió, Martín Lousteau y Gerardo Morales. Así lo ratificaron a este diario en su entorno: “Vamos a ser oposición”. Nada de seguir a Macri en su aventura. No está claro qué pasará con el sello del PRO, ni quien de los dos se lo quedará una vez que se confirme esa ruptura.
Carrió fue la primera en decretar el final de Juntos por el Cambio y remarcar que será opositora a Milei. En su entorno buscaron dejar en claro que ella no rompió, porque Juntos por el Cambio ya estaba roto por Macri. “No vamos a entrar en la góndola de negociaciones”, le reprocharon al ex presidente. “No queremos ser absorbidos por la corriente de oportunismo. Por eso lo de la autonomía”, dijeron a este diario en el entorno de la dirigente.
¿Un nuevo frente?
Una hipótesis es que en las próximas semanas se empiece a configurar un frente que incluye a la Coalición Cívica, al larretismo, y a Emilio Monzó, Margarita Stolbizer y el radicalismo. ¿A todo el radicalismo? En la conducción dicen que sí. “Es malo que haya ganado Milei, pero a nosotros nos unifica y nos cohesiona”, destacaban en el partido centenario. Por ahora, dieron un apoyo “institucional” al flamante gobierno.
En el Congreso, buscarán la unificación de los dos bloques que tenían en Diputados y ser una oposición responsable en las dos cámaras. El panorama para Milei no parece fácil, entonces: tiene 37 diputados (a los que Macri le podría sumar unos 30) y 7 senadores. El PRO tiene otros seis senadores, pero hay cuatro que no quieren saber nada con integrarse al oficialismo de Milei.
La gran duda es qué pasará con el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, que le prestó su estructura de fiscalización a Milei y se mostró muy contento con su victoria. En la UCR, advierten que Cornejo no tiene mucho lugar para abrirse: “Cornejo tiene que gobernar y necesita los legisladores del ala moderada en Mendoza, que son mayoría”, recuerdan. “También necesita un bloque unido en el Congreso nacional y no un monobloque que apoye a Milei”, remarcan.