Casi 200 mil personas se manifestaron este domingo contra el antisemitismo en Francia, donde los actos hostiles hacia los judíos se dispararon en el último mes por el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas. La convocatoria de los presidentes de las dos cámaras parlamentarias francesas contó con el respaldo del centro, la derecha y buena parte de la izquierda, aunque la participación del partido de extrema derecha de Marine Le Pen generó polémica durante la semana.
La Prefectura de Policía cifró en 105 mil las personas que desfilaron por París entre la Asamblea Nacional y el Senado en una marcha que dejó expuestas las divisiones políticas y dos ausencias notables: la del presidente Emmanuel Macron y la de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon. En el conjunto del país, donde se organizaron más de 70 manifestaciones sin incidentes, el ministerio del Interior contó 182 mil participantes.
“Soy judía y francesa. ¿Todavía es posible?”, rezaba una pancarta portada por una mujer en la céntrica plaza de los Invalidos de París, desde donde partió la marcha en la capital detrás de la pancarta: “Por la República, contra el antisemitismo”. La primera ministra, Élisabeth Borne, se esforzó sobre todo en enviar un mensaje tranquilizador a los judíos franceses. Borne, que estuvo rodeada por unos 30 miembros de su gobierno, aseguró que las fuerzas de seguridad y la justicia no transarán con ningún mensaje de odio.
Antisemitismo en aumento
Desde los ataques de Hamas en territorio israelí el 7 de octubre y la respuesta militar masiva de Israel en Gaza se han registrado más de 1.250 actos antisemitas en Francia, que representan el triple de los que hubo en 2022. Una dinámica que genera inquietud en la que es la mayor comunidad judía de Europa, formada por unas 500 mil personas en el país que alberga también el mayor número de musulmanes del viejo continente y que no es inmune a la crisis en Medio Oriente.
“No hay que importar el conflicto”, subrayó la ministra de Exteriores, Catherine Colonna, quien hizo hincapié en que “el antisemitismo es una plaga contraria a los valores de la república”. Colonna recordó la posición francesa sobre la guerra, que ahora pasa por pedir “una pausa humanitaria inmediata” para que Gaza pueda recibir ayuda, y para trabajar en “una perspectiva política” en aras de una solución de dos Estados, el palestino junto al israelí.
Los responsables de LFI, que consideran muy tibia esa posición con Israel teniendo en cuenta los miles de muertos que han causado en Gaza sus bombardeos, no quisieron (salvo excepciones) sumarse a este desfile, que Mélenchon había considerado el de los “amigos del apoyo incondicional de la masacre”.
La ultraderecha dijo presente
La marcha levantó polémica por la presencia del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), heredero del Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen, famoso por sus comentarios antisemitas. “Estamos exactamente donde tenemos que estar”, dijo su hija y actual líder de RN, Marine Le Pen, quien días atrás aseguró haberse “separado” del pasado de su padre y expresó su apoyo a los franceses de confesión judía.
Los dirigentes de izquierda presentes en la manifestación no pudieron ocultar su incomodidad por la presencia en el mismo desfile de Marine Le Pen y varias de las principales figuras de su partido. En una carta abierta publicada por el diario Le Parisien, el presidente Macron aseguró: “Una Francia donde nuestros conciudadanos judíos tienen miedo no es verdaderamente Francia”.