El cierre transitorio del nivel primario en un establecimiento educativo rural ubicado en jurisdicción de Casilda, a unos 13 kilómetros del casco urbano de esta ciudad cabecera del departamento Caseros, genera una mezcla de preocupación y angustia.
Al menos así fue reflejado por el grupo de cooperadores que desde hace años viene desarrollando diversas actividades para juntar fondos que son destinados al mantenimiento del edificio donde también se encuentra establecida una escuela secundaria que aún sigue funcionando.
Si bien la paralización del dictado de clases en la primaria del Centro Educativo Rural Nº 383 “Luis Crenna”, dependiente la Escuela Carlos Casado de Casilda, obedece a la falta de alumnos, lejos está de ser un argumento válido para la asociación cooperada, que resiste la polémica decisión y prevé reunirse con autoridades educativas para intentar revertir la medida y lograr así que la escuela se mantenga abierta.
Al respecto, la secretaria de la institución cooperadora, Mercedes Domizi, indicó a La Capital que “en vez de buscar alternativas para que siga funcionando como, por ejemplo, permitir que vengan a estudiar chicos de la ciudad que, por diferentes razones, necesitan una enseñanza más personalizada, optan por el cierre transitorio sin siquiera pensar en la posibilidad de que se radiquen en la zona rural familias con hijos en edad escolar“.
“Eso es algo que suele suceder y quienes toman decisiones debieran tenerlo en cuenta, más allá de que esas familias vengan a trabajar por determinado tiempo o se queden a vivir definitivamente en el campo”.
En esa misma línea, Domizi sostuvo: “Lo que pretendemos es que la escuela se mantenga abierta y no se llegue al cierre definitivo, lo que sería una gran contradicción ya que por un lado se habla de la necesidad de poblar los campos y por el otro es el propio Estado el que termina frenando el funcionamiento de una escuela primaria rural, lo que no puede justificarse de ninguna manera”.
La mujer aseguró además que “el edificio escolar está bien mantenido ya que la cooperadora trabaja muchísimo para eso, razón por la cual es un despropósito la decisión que se tomó“, Y consideró que “lo resuelto también terminará con el tiempo perjudicando a la secundaria ya que perderá la posibilidad de sumar más alumnos al no funcionar la primaria”.
“Esperamos que se llegue a una solución para garantizar la continuidad de la enseñanza primaria en esta escuela rural que empezó a funcionar en 1932 y ya tiene 91 años de existencia”, remarcó para luego sostener que “si bien la docente que estaba a cargo ya fue reubicada en otro establecimiento educativo, tranquilamente se puede nombrar un reemplazante”.
Los cooperadores son, en su mayoría, ex alumnos de la “Escuelita de Crenna”, como se la conoce comúnmente, lo que explica claramente el sentimiento de “tristeza” que los atraviesa ante la suscitada problemática.
En tal sentido, Domizi aseguró: “Estamos transitando con mucha tristeza este proceso y si se concreta el cierre definitivo de la escuela, la zona rural, que ya está muy despoblada, seguirá perdiendo vida”. Y para dimensionar el fuerte significado que tiene la defensa de su continuidad y permanencia, finalmente señaló que “hay integrantes de la cooperadora que son tercera generación de familias que estudiaron en esta escuela por lo que vamos hacer todo lo posible para que se mantenga abierta y en pie“.