El beso de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación española de fútbol (RFEF), a la jugadora Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial femenino fue la gota que derramó el vaso para para el declive del máximo dirigente español, pero tiempo atrás corrió mucha agua denuncias por corrupción, presuntas fiestas sexuales con dinero de la institución que preside, y negociados “poco claros” en el mundo del fútbol.
El pasado domingo, las futbolistas españolas hacían historia: eran campeonas del mundo tras vencer por 1 a 0 a Inglaterra, pero los flashes se los llevó Rubiales cuando besó de prepo en la boca a la jugadora estrella del equipo. El hecho generó enorme conmoción. El dirigente primero minimizó el eposidio, y luego debió ensayar unas disculpas. “Me he equivocado, fue sin mala fe, en un momento de máxima efusividad sin ninguna mala intención”, expresó.
Sin embargo, la polémica no terminaría allí: este martes, se conoció que han sido formalizadas dos denuncias en contra del presidente de la RFEF. La primera de ellas, la de Miguel Ángel Galán, presidente de la Escuela nacional de entrenadores de fútbol (CENAFE), por “la actitud sexista” del entrenador. “Es de verdadero abuso de poder, y para mí una agresión sexual en toda regla”, alegó.
La segunda corresponde al exárbitro Xavier Estrada Fernández, quien solicitó “el inicio del protocolo de actuación de la RFEF contra violencia sexual” y exigió la “dimisión inmediata” del dirigente.
Esta petición se ha extendido de forma generalizada entre la opinión pública, incluyendo autoridades políticas de distintas ideologías, y otras asociaciones y figuras relacionadas con el fútbol, como Javier Tebas. Además, tanto la Asociación de Futbolistas Españoles como la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español lo plantearon en sendos comunicados.
Hasta el mismísimo presidente español, Pedro Sánchez, se expresó tras lo sucedido con Rubiales: “Lo que vimos fue un gesto inaceptable, las disculpas de Rubiales no son suficientes, hasta incluso creo que no son adecuadas. Tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos”, expresó el mandatario.
El negocio con Piqué
El beso parece haber sido tan solo uno de los actos “desmedidos” del dirigente que también aparece vinculado con otros hechos de corrupción: uno de los hechos más relevantes acerca de Rubiales, que investiga la Fiscalía Anticorrupción, es el de las comisiones que cobró Gerard Piqué, el exdefensor del Barcelona, con su empresa “Kosmos”, como intermediaria para que la RFEF llevara la Supercopa de España a Arabia Saudita desde 2020.
Según trascendió, el exjugador habría percibió 24 millones de euros en comisiones, y quedó al descubierto con la difusión de un diálogo telefónico entre ambos en el que se plantean estos y otros temas.
El diario El Mundo de Madrid publicó detalles de la conversación en la que se observa una gran confianza entre ellos (se tratan de “Gery” y “Rubi”) y en la que el aún jugador del Barcelona trata incluso de que el dirigente haga gestiones para que pueda ser uno de los tres mayores de 23 años en la selección española para los Juegos Olímpicos de Tokio, para lo que busca complicidad en su interlocutor mencionándole que el actual defensor del PSG Sergio Ramos también compite por ese lugar.
“Comportamientos irregulares”
En tanto, el Consejo Superior de Deportes (CSD) estatal, a través de su titular, José Manuel Franco, envió a Rubiales una carta abierta en la que le pidió que diera a conocer a la opinión pública los datos que terminen con las informaciones de los medio acerca de “comportamientos irregulares” como presidente de la RFEF.
“Creo que es muy conveniente que proporciones a la opinión pública los datos de que dispongas para mitigar la inquietud que algunas informaciones han generado”, indicó el funcionario.
Rubiales respondió entonces que se trata “de una campaña de desprestigio que estoy sufriendo pero estoy tranquilo porque no he cometido ninguna ilegalidad”, pero la Fiscalía no se quedó allí e inició una investigación para saber sobre ingresos fijos y variables percibidos por el presidente durante los últimos años, y sobre la vivienda que utiliza pagado con fondos federativos “desde su designación como presidente hasta la actualidad”.
En ese marco, requirió ante la Justicia la presentación de “cualquier documento donde conste la decisión por la que la RFEF pasa a alquilar una vivienda como residencia de su presidente” y pidió la normativa reglamentaria sobre retribuciones de dicho cargo hasta febrero de 2020.
Por si esto fuera poco, la Fiscalía también avanza en una investigación de fiestas sexuales con dinero de la Federación: en este marco, ya le tomó testimonio al tío de Rubiales y exjefe de gabinete de la RFEF, Juan Rubiales, quien en su comparecencia aseguró que su sobrino organizó una orgía en un chalet de Salobreña, una localidad granadina, pagada con fondos de la entidad futbolística, y detalló que a ella asistieron “ocho a diez mujeres” y que la fiesta fue disfrazada de una reunión de trabajo.
Los hechos fueron negados rotundamente por la Federación, que sostuvo que cada uno de los asistentes “a las jornadas de trabajo” que asegura que se desarrollaron allí, se pagó la estadía de su propio bolsillo.
Por último, también se investiga si algunos viajes de Rubiales pagados por la RFEF fueron por motivos ligados a la entidad o por razones personales, como uno realizado a los Estados Unidos, que el funcionario justificó como necesario para llevar a cabo reuniones con diferentes organismos norteamericanos para conseguir nuevos fondos.
Por el contrario, El Confidencial indicó que ese viaje de Rubiales se desplazó a Estados Unidos por intereses personales y de ocio, para lo que utilizó diferentes audios filtrados.
Una posible salida de Rubiales de la RFEF podría generar una amplia crisis en el fútbol español y más aún cuando el dirigente ya mantuvo varias reuniones en el más alto nivel político para conseguir que España sea, junto con Portugal, la sede del Mundial de 2030, para la que compite con la candidatura conjunta de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile.