En medio de la llamada guerra contra la inflación y de la interna en el gabinete económico que atraviesa el gobierno nacional, la provincia de Buenos Aires anunció un programa de fiscalización y control que impactará en el programa Precios Cuidados de cercanía que lanzó la Secretaría de Comercio esta semana. Buscan que los intendentes adhieran para el control directo en locales.
Kicillof había hecho el anuncio, un día antes de que se conociera el índice de inflación del mes de marzo, y adelantó: “Lo que vamos a fiscalizar son las canastas que establezca el gobierno nacional”. En el gobierno bonaerense reconocen que las herramientas con las cuentan para dar su propia batalla en la guerra contra la inflación -como había anunciado el presidente Alberto Fernández– no son tan potentes como con las que cuenta la Nación y que por eso de lo que se trata es de complementar.
“Desde la provincia de Buenos Aires nos presentamos a acompañar. Son medidas complementarias, que son paliativos ante esta situación. La provincia carece de algunos elementos que tienen que ver con la política económica nacional”, detalló Kicillof durante el anuncio de una serie de medidas que además de la fiscalización de precios busca fomentar los mercados regionales para contactar al productor con el consumidor final y saltear intermediarios de la cadena de distribución. Allí, creen en el Ejecutivo bonaerense, es donde se inflan los precios, además de la concentración monopólica y oligopólica que hay en la industria alimenticia.