La charla ocurrió hace unos días, en un lugar neutral. Un empresario que lo conoce de años, se juntó con Mauricio Macri para sacarse la duda capital que aqueja a buena parte del establishment. “¿Dónde termina este quilombo de ustedes?”, le preguntó el ceo al líder del PRO, que contestó sin evasivas: “terminará donde tenga que terminar, pero Juntos por el Cambio no va a bailar al ritmo de Horacio (Rodríguez Larreta). Yo no me fui”.
Ya otros empresarios conocían la preferencia de Macri por Patricia Bullrich, pero sólo por medio de gestualidades difusas. Este ceo lo veía in situ. Se retiró del mitín con la idea de que la dimisión de Mauricio a competir en elecciones desnudó sus incapacidades hacia afuera, pero lo empoderó como nunca antes hacia adentro de la interna.
Qué efecto tendrá la guerra de Macri con Larreta
Hechos posteriores, como la clausura hasta después de las PASO de la presunta incorporación del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti a la interna de Juntos, no hicieron más que confirmar que la manija del espacio sigue en manos del ex SOCMA. Y que esa dinámica generó, según el prisma del Círculo Rojo, una ruptura de hecho del espacio opositor.
Algo más, y quizás más importante: el poder económico, que en su mayoría simpatiza con Larreta, tiene claro que lo de Macri con él es personal, porque se separó, rompió el vínculo y lo desconoció como padre. Los ceos saben que Macri es despiadado en las relaciones, y esta no sólo no tiene vuelta atrás sino que condiciona gestiones hacia adelante en el hipotético caso de que Juntos triunfe en las presidenciales.
El empresariado atraviesa días de confusión y búsqueda de señales, que no aparecen. Es que a este contexto de quiebre en Juntos por el Cambio, se le suman las indefiniciones y crisis incipiente del oficialismo, que no logra despejar la X de si hay o no PASO en el espacio, mientras parece posicionar en la carrera al ministro del Interior, Eduardo Wado De Pedro, y al ministro Sergio Massa -que juega sus últimas cartas- ambos dentro de una idea de candidato de unidad el kirchnerismo y massismo.
En ese escenario, el mayor de los enigmas para los ceos es el siguiente: qué representa hoy Javier Milei y en qué volumen. Un spoiler válido permite esgrimir que la mayoría cree que las encuestas están “infladas” y que hay algunos consultores que no publican y muestran datos bastante diferentes a los que se difunden, respecto a las posibilidades del libertario.
¿Le da al oficialismo?
El Gobierno, en un escenario inflacionario muy complejo y en una economía sin dólares, se juega una parada dificil en la elección. De todos modos, según contó un ceo a este diario, es la primera vez que todos los pre candidatos del peronismo en danza tienen ascendencia fuerte entre las filas del poder económico. Wado De Pedro, quien parece encabezar las preferencias de Cristina Kirchner -personaje central en la definición del quién- hace tiempo entabló una dinámica que los ceos describen como “sincera y frontal”. El abanico va desde la CAME, donde estuvo este jueves, a la Unión Industrial, el comercio y hasta el agro. “Conversamos, discutimos y él resuelve”, sintetizan.
El máximo anhelo del empresariado, por estas horas, es un plan que se vislumbra imposible: una fórmula de De Pedro y Massa. Al ministro le ven más recorrido y carrera consolidada, pero en ambos juntos observan la mejor alquimia que puede entregar el oficialismo. “Es la única posibilidad, en todo el abanico, de tener estabilidad en este escenario complejo”, expresaron. Hoy, después del acto Renovador, quizás ambos compitan en una interna.
Nadie descarta, sin embargo, al gobernaror Axel Kicillof y pocos creen que, conociéndolo, Daniel Scioliacepte bajarse para abonar la lista de unidad. Más allá de los nombres, la idea del poder económico es que aún en este contexto, el desborde sin retorno de la oposición pone al Gobierno competitivo o muy competitivo, un escenario impensado un año atrás.
Milei, fuera de las encuestas publicadas
El 29 de junio, el Consejo para el Comercio y la Producción (Cicyp), recibirá en sus clásicos almuerzos a Milei. La entidad empresaria la preside ahora Marcos Pereda Born, vice de la Sociedad Rural y hombre que milita por Bullrich presidenta. Desde su desembarco en Cicyp, Pereda y La Rural le marcan el pulso a un empresariado menos conservador, que fue arrasado ideológicamente: antes que a Milei, Pereda llevó a Macri a esa tribuna, marcando una línea clara. El campo no tiene dudas de cuál es su sendero, pero la mayoría desconfía de la lógica Bullrich-Milei.
De todos modos, no son los únicos curiosos sobre lo que puede venir. Hace unos días, la Cámara de Comercio Francesa, la tercera en importancia en el país, se vio con Milei y con Bullrich, por separado. Al igual que con Martín Lousteau, que compite en la interna porteña del PRO. Hace tiempo, como se viene publicando en estas páginas, se habla de que el desafío del próximo gobierno es la estabilidad política y social, y los ceos no ven en Bullrich y Milei esa variable.
Así las cosas, ante una serie de encuestas públicas que dan al libertario como el candidato más votado de las PASO (no compite en internas), un grupo de empresarios decidió ver focus group de manera directa y conversar con encuestadores y politólogos para saber si lo publicado tiene carnadura. En la última de esas mesas hubo dos politólogos y cinco ceos. Una serie de preguntas que se tiraron en esa mesa. ¿Puede un candidato que no tiene aparato sumar 25 puntos de intención de voto? ¿Sin candidato bonaerense, puede ser el más votado a nivel país? ¿Si en las provincias, a lo sumo, cosechó 15 puntos, puede ser fuerza más votada a nivel nacional? Y la más compleja de responder: ¿a quién le saca tantos votos como para juntar 25 o 30 puntos?
La desconfianza del Círculo Rojo
Para todas esas incógnitas, en privado, los encuestadores tienen pocas o nulas respuestas. La muletilla es el inconformismo del votante con la política tradicional, pero eso no convence a los ceos, que ven que hay otras opciones por derecha o antiperonismo que tienen buen volumen, como Bullrich. En esa reunión de ceos y especialistas, uno de ellos admitió, sí, que le faltan muchas variables a despejar al factor Milei. La más fuerte es que no se definieron aún sus rivales y no empezó el espadeo dialéctico, los debates y los cruces fuertes. En esas aguas, Milei naufraga, algo que quedó de manifiesto en los debates anteriores.
En este escenario, según supo este diario, la próxima semana el libertario empezará a circular en bloque y en público a su equipo de Gobierno. Los exfuncionarios del menemismo y el cavallismo Carlos Rodríguez y Roque Fernández; el economista Darío Epstein, que será su asesor financiero; la economista Diana Mondino, cabeza de lista en la Capital; Emilio Ocampo, el cerebro del plan dolarización, y otro economista, Agustín Monteverde. También está a punto de cerrar tres dirigentes del campo, que se ocuparán de los temas del agro.
En el Titanic de James Cameron
El salón central de la Rural de Palermo estallaba de gente con repentinas ansias ambientalistas. La impostura respondía a algo más snob: en el escenario estaba el director de cine y ambientalista James Cameron. Al director de Titanic, Avatary otras gemas de la filmografía mundial lo trajo a la Argentina el empresario Alejandro Spinello, socio de Daniel Vila en el Grupo América, pero con un pasado activo en nexos con los Estados Unidos. Fue asesor de Barack Obama, Hillary Clinton y se hizo conocido por tener en el país el centro de sky El Azufre, uno de los más tecnológicos de la región.
En la platea, un único político: el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien se llevó a Cameron a su provincia para sacarse una foto y hablar de ambientalismo. En los pasillos de la Rural hubo curiosidad por los destinos del radicalismo. Hay muchos empresarios que simpatizan con la UCR, entre ellos un ala histórica de Techint, con quien hablan para ver qué les deparará el futuro.
“Gerardo está muy relegado”, relató alguien que charló con el presidente de la UCR en la última semana. Descartó la misma persona que “su candidatura a Presidente sobreviva”. Otro empresario admitió que “está buscando ver de quién puede ser vice”. Un dato de color: cuentan que Morales se fue bastante incómodo de la conferencia de prensa donde, este viernes, Juntos sumó al liberal José Luis Espert, que in situ esgrimió las ideas ultra al lado de un Morales que hasta había chocado con Macri por lo mismo. Para los ceos, los radicales volverán a ser cola de león del macrismo en la elección.
En la UIA, Techint tiene la lapicera y espera
El mismo día que Milei va al Cicyp, la UIA definirá quién será su nuevo presidente. El acuerdo de sucesión pone al actual titular, Daniel Funes de Rioja, en la continuidad, pero habrá cambios en las segundas y terceras líneas. El que tiene la lapicera de todo el armado es, como es habitual, Techint. Y el nuevo articulador, que además marca los ritmos de las consideraciones políticas de la entidad, tiene nombre y apellido. Con la jubilación de Luis Betnaza, el nuevo alfil de Paolo Rocca es David Uriburu, el flamante zar del manejo del poder en la gremial empresaria con sede en Avenida de Mayo.
En general, la UIA no muestra preferencias electorales de manera manifiesta y esta vez no será la excepción. Pero hay indicios: hace unos días, Techint dio el visto bueno para que Funes se saque una foto con Larretaen un acto político en la sede del Gobierno porteño. En paralelo, algunos sectores pymes votan por el peronismo y hasta admiten que la recesión es un rumor infundado. Celebran números de actividad que “son muy saludables para esta inflación”. Todos coinciden, sí, en quienes no quieren que sean gobierno. La referencia es para Patricia Bullrich y Javier Milei.