“Sin duda creo que hay más gente implicada”, aseguró el padre de Lucas González, el adolescente asesinado a balazos en noviembre de 2021 por una brigada de la Policía de la Ciudad, tras la detención de otro agente porteño –que no está imputado en la causa–, luego de haber sido acusado de “ayudar a plantar el arma de juguete”, en el auto donde Lucas y sus tres amigos fueron acribillados.
Para Héctor González, “hay más personas implicadas que no fueron imputadas” por el crimen de su hijo. “Esta persona fue tan partícipe y tan culpable como el resto. Para mí, hoy son 15 imputados”, dijo a Télam, sobre el oficial Facundo Matías Torres, detenido este sábado en su domicilio del partido bonaerense de Lomas de Zamora.
“Gracias a Dios se puso en papel de papá y de ser humano, y Lucas lo tocó. Él mismo dijo que lo soñaba, que sentía su respirar. No le quedó otra que hablar, el remordimiento lo estaba volviendo loco”, sostuvo el padre del adolescente asesinado, en referencia a la declaración de Héctor Claudio Cuevas (50) –uno de los acusados del encubrimiento–, quien durante su declaración en el juicio acusó a Torres de haber llegado a la escena del crimen en una moto y colaborado con el oficial Gabriel Issasi para plantar el arma de juguete.
“Veo llegar una moto que depende de la comuna, la manejaba el oficial Torres, al que le dicen ‘Cachorro’, con una persona atrás de civil. Se baja esa persona de civil con una gorrita blanca, va y habla unos segundos con el subcomisario Inca. Yo escucho cuando Inca le dice ‘andá a poner eso'”, relató Cuevas el jueves último, en el marco del juicio oral que enfrentan 14 policías porteños por el crimen de Lucas.
Cuevas precisó que vio a “esa persona de civil acercarse a la parte trasera del auto, donde la puerta estaba abierta, y tirar el arma”. “Después de ver las noticias (…) identifico que el que había puesto el arma eraIsassi”, dijo Cuevas, y detalló que “estando detenido se enteró de que Torres se jactaba de haberle dado el arma de juguete que tenía guardada en un cofre de la comisaría”.
Antes de finalizar su testimonio, Cuevas se dirigió a Dalbón y le pidió perdón a la familia de Lucas, a lo que el letrado le respondió que “solo Dios perdona”. “No lo voy perdonar porque a mi hijo no lo perdonaron”, comentó al respecto, el padre del muchacho asesinado.
Tras la declaración de Cuevas, el abogado de la familia de Lucas, Gregorio Dalbón, y los fiscales Guillermo De la Fuente y Gómez Barbella solicitaron un informe de la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad sobre la geolocalización de la moto del efectivo Torres, el cual arrojó que “se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D”.Una cámara de seguridad además habría registrado el paso de una moto de la Policía de la Ciudad, conducida por Torres y con Isassi de acompañante.
Por tal motivo, el representante de la familia González y los fiscales pidieron la detención de Torres, quien será indagado este lunes desde las 10 por la jueza Vanesa Peluffo, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 7. El martes continuará el debate oral y los imputados tendrán la posibilidad de brindar su testimonio antes del inicio de la etapa de alegatos.
El caso
La mañana del 17 de noviembre de 2021, Lucas González –jugador de las divisiones inferiores de Barracas Central–, viajaba en un Volkswagen Suran junto a Julián Salas (19), Joaquín Zuñiga(19) y Niven Huanca(19), quienes se habían ido a probar al club, cuando fueron interceptados por tres agentes porteños de la Brigada 6 de la Comuna 4 que iban a bordo de un Nissan Tiida.
Los oficiales estaban vestidos de civil y no habían mostrado ninguna identificación, por lo que los chicos creyeron que se trataba de un asalto e intentaron escapar. En ese momento, los policías comenzaron a disparar contra el vehículo y uno de los proyectiles impactó en la cabeza de Lucas, que murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
“Pensé que era un robo, un asalto, porque no se escuchó ningún tipo de voz de alto ni nada, sólo se escuchó cuando el auto interceptó al otro y después los tiros”, declaró Connell Farrel, el único testigo presencial no vinculado a la causa.
Gabriel Issasi, Fabián Andrés López (48) y Juan José Nieva (37), están imputados por “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”. También enfrentan cargos por “tentativa de homicidio agravado, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”, en el caso de los amigos de Lucas.
Otros 11 policías de la Ciudad están siendo juzgados por el encubrimiento del crimen del joven futbolista y las torturas a las que fueron sometidos los otros chicos.